"Como MIR fui el blanco fácil de un compañero impresentable en el hospital"

No todas las relaciones laborales son iguales, unas son amables y otras acaban no siéndolo tanto. El ámbito sanitario no se escapa de esta cuestión. En los hospitales hay plantillas con mucho personal lo que supone lidiar con diferentes personalidades que, en ocasiones, generan enfrentamientos. Unos son propios del roce del día a día, sin más, y otros, los que más enturbian el ambiente, son los que se producen por faltas de respeto.

Dani MIR, un médico psiquiatra y residente de Dermatología, ha expuesto un buen puñado de situaciones incómodas que ha vivido con compañeros de trabajo a las que ha tenido que enfrentarse en el ejercicio de su profesión. En un hilo de mensajes publicados en Twitter, el especialista comienza afirmando: "Siempre me ha sorprendido la frecuencia de las faltas de respeto entre compañeros médicos. Una vez me dijeron 'se nota que no sabes dónde está la aurícula derecha, entonces no dirías esta estupidez…'. Una de tantas, como recién residente, que fui blanco fácil de un impresentable".

Siempre me ha sorprendido la frecuencia de las faltas de respeto entre compañeros médicos. Una vez me dijeron “se nota que no sabes dónde está la aurícula derecha, entonces no dirías esta estupidez…”. Una de tantas, como recién residente, que fui blanco fácil de un impresentable

— DaniMIR_ (@DaniMIR_) July 5, 2023

Sin embargo, esta no es la única situación incómoda a la que ha tenido que hacerle frente en su día a día. "Otra típica es '¿Por qué necesitas esta prueba? ¿No sabes Medicina?' -Pues mira, la necesita el paciente, no yo. O  '¿me llamas sin saberte la presión ocular?' O '¿cuándo tiene la siguiente consulta con nosotros?' -¿Acaso tú no tienes ordenador?", relata.

Cuándo debe un residente llamar al especialista

Explica que comprende cómo son los procesos y que su trabajo es tener todo claro antes de reclamar la visita del especialista, pero no comparte el modo en el que algunos compañeros se creen por encima de los demás. "Por supuesto hay que saber llamar a un especialista. No creo que la forma sea 'tienes un paciente tuyo aquí, no se porqué viene'. Uno ha de plantear un problema lo más concreto posible al interconsultor, no 'pasar la pelota'. Pero no hay ninguna razón para ser borde".

En su relato, explica cómo estas situaciones acaban haciendo dudar al médico a la hora de hacer su trabajo, lo que puede acabar perjudicando al paciente. "Claro que si uno es borde no le llamarán a las 3:00. Si tienes más miedo de llamar a un especialista que dar un alta con pinzas, harás lo segundo. Pero una bronca de un amargado dura un minuto, un juicio por mala praxis, años".

"Si tienes más miedo de llamar a un especialista que dar un alta con pinzas, harás lo segundo"

El residente expone que ponerse en el lugar del otro siempre facilita la comunicación entre compañeros de trabajo, pero no siempre sucede así. "Como interconsultor es muy fácil caer en el 'es que me están llamando por una chorrada, deberían saber que…'. Es muy fácil si eres especialista. Lo difícil es ponerse en la piel del que te llama. Lo práctico es tratar de ayudar a manejar ese caso para que no necesite ayuda la próxima vez. Si se da el caso que no quiere aprender, ya sabemos quien lo hace mal. Si la cosa se caldea y se pasa de una discusión clínica a insultos personales, entonces no merece la pena seguir. No todos los médicos son buenos compañeros".

"No todos los médicos son buenos compañeros"

Consejos para residentes

En un intento por ayudar a otros residentes que se encuentren en situaciones parecidas, Dani MIR ofrece una serie de consejos que pueden ser de utilidad en el día a día para, por lo menos, capear el temporal.

1. Preparar bien la llamada al especialista. Ordenador a mano.
2. Dar argumentos clínicos, no personales. Si me falta al respeto digo 'yo te estoy tratando con educación'
3. Si la respuesta no es convincente 'Deja una nota explicando que no hay criterios de (….)'