MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Una mala condición cardiorrespiratoria podría incrementar el riesgo de sufrir un infarto en el futuro, incluso si no se tienen síntomas de enfermedad, ha concluido un estudio de la Norwegian University of Science and Technology (Noruega), publicado en 'European Heart Journal'.
"Hemos hallado un enlace fuerte entre mayores niveles de condición física y menor riesgo de ataque cardíaco y angina de pecho durante los nueve años posteriores a las medidas que se tomaron", ha explicado el investigador participante en el estudio, Bjarne Nes.
Entre 2006 y 2008, los investigadores midieron la condición cardiorrespiratoria de 4.527 hombres y mujeres que participaron en HUNT3, una encuesta de salud. Ninguno de ellos tenía una enfermedad cardiovascular, cáncer o una presión arterial alta, y se consideraba que la mayoría tenían un riesgo bajo de sufrir una enfermedad cardiovascular en los próximos diez años.
Sin embargo, 147 de los participantes sufrieron infartos o fueron diagnosticados de angina de pecho en 2017, patologías ambas que señalan que las arterias coronarias se han estrechado o están completamente bloqueadas.
El riesgo demostró disminuir constantemente a medida que aumentaba la condición física del paciente. La correlación entre la aptitud física y el riesgo cardiovascular también se mantuvo después de ajustar otros factores que diferían entre los participantes más adecuados y los menos adecuados.
"La condición física no es una medida de cuánto has entrenado en tu vida, pero cuenta qué tipo de genes tienes. Otros facotres, como la obesidad, pueden afectar a la condición física, por lo que medimos muchas funciones del cuerpo y por otros estudios sabemos que tanto los genes como la actividad física participan en la función coronaria y de los vasos sanguíneos", ha matizado el investigador líder del estudio, Jon Magne Letnes.
CAPTACIÓN DE OXÍGENO
Una de las fortalezas del estudio radica en que se usó la captación máxima de oxígeno del participante para medir su capacidad física. Además, los investigadores analizaron a los participantes en grupos basados en su nivel de condición física en relación a otras personas de la misma edad y género.
"La captación máxima de oxígeno es la medida más precisa de la condición física", según Nes. El cuerpo usa el oxígeno para conducir procesos metabólicos que generan enería para los músculos. La absorción máxima de oxígeno es la cantidad máxima que el cuerpo puede absorber durante la actividad física.
"Sabemos que los pacientes con captación baja tienen un riesgo incrementado de muerte prematura y de enfermedad cardiovascular. Nuestro estudio muestra que una condición física pobre es un factor de riesgo independiente para para sufrir una enfermedad en las arterias coronarias, incluso en mujeres y hombres saludables que están relativamente en forma", ha indicado Nes.
El estudio también sugiere que un incremento pequeño de la condición física puede mejorar la salud significativamente. En concreto, por cada incremento de 3,5 puntos en la condición física, el riesgo de infarto y angina de pecho baja un 15 por ciento.
"Nuestros resultados deben animar a la gente a usar el ejercicio como medicina preventiva. Unos cuantos meses de ejercicio regular puede ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular", ha indicado Letnes.