Europa Press
26 sep 2019. 18.01H
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MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

Un pequeño estudio preliminar sugiere que la estimulación nerviosa no invasiva puede ser prometedora como tratamiento para los ataques de migraña vestibular, una afección para la cual actualmente no existen tratamientos aprobados y que causa vértigo y mareos con o sin dolor de cabeza.

"Existe una gran necesidad de tratamientos efectivos para los ataques de migraña vestibular. No siempre produce dolores de cabeza, y cuando sí, a menudo son menos severos que en la migraña típica, por lo que los medicamentos para aliviar el dolor que se usan para la migraña típica a menudo no son efectivos. Las personas pueden tomar medicamentos que suprimen el vértigo o las náuseas, pero esos medicamentos causan somnolencia y dificultan que las personas realicen sus actividades habituales", explica la principal autora del estudio, Shin C. Beh, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas (Estados Unidos).

El estudio retrospectivo, publicado en la revista 'Neurology', incluyó a 18 personas diagnosticadas con migraña vestibular. Ninguno de los participantes tenía antecedentes de otras afecciones que pudieran causar vértigo.

Los participantes recibieron estimulación eléctrica a través de un dispositivo portátil colocado en el cuello durante un ataque de migraña vestibular. La estimulación no invasiva envía impulsos eléctricos a través de la piel al nervio vago del cuello. La estimulación duró dos minutos a cada lado del cuello. Este tratamiento se utiliza actualmente para las migrañas típicas.

De los participantes, 14 fueron tratados durante un ataque de migraña vestibular y cuatro por mareos que persistieron entre los ataques. Después de la estimulación, el vértigo mejoró en 13 de las 14 personas que estaban teniendo un ataque. Dos personas no tuvieron más vértigo; cinco tuvieron al menos 50 por ciento de mejora en sus síntomas de vértigo.

Esos participantes calificaron la gravedad de su vértigo antes de recibir la estimulación y 15 minutos después de que ésta finalizara, en una escala de cero a 10, siendo 10 los peores síntomas de la historia. El vértigo de los participantes fue clasificado en un promedio de 5,2 antes de la estimulación y 3,1 después de la estimulación. De las cinco personas que tuvieron un dolor de cabeza con el ataque, todas tuvieron mejoría en el dolor. La gravedad de la cefalea también se calificó de cero a 10; pasó de un promedio de 6 a 2,4.

Ninguna de las cuatro personas que recibieron el tratamiento para el mareo entre los ataques tuvo alguna mejoría. Los participantes informaron una leve sensación de tirón de los músculos del cuello durante la estimulación, pero no informaron ningún dolor u otros efectos secundarios.

Los investigadores puntualizan que este estudio preliminar tiene muchas limitaciones, incluyendo su pequeño tamaño, la falta de un grupo de control y que tanto los pacientes como los investigadores sabían que los participantes estaban recibiendo la estimulación. Por ello, indican que se necesita un estudio aleatorio, doble ciego, en el que algunos participantes reciban estimulación simulada.

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