Europa Press
01 abr 2020. 11.15H
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MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han revelado que los receptores cerebrales de la leptina son la clave para quemar la grasa parda, la llamada 'grasa buena', que puede proteger contra la obesidad y los riesgos de salud asociados como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Este tipo de grasa se encuentra en pequeños 'bolsillos' en todo el cuerpo. La mayoría de los mamíferos utilizan la grasa parda (y su 'primo cercano', la grasa beige) para mantenerse calientes. "En los ratones y los seres humanos, si se tiene más grasa parda o beige, se está más protegido de las enfermedades metabólicas", explica Liangyou Rui, uno de los autores de este trabajo, que se ha publicado en la revista científica 'Nature Communications'.

La leptina regula el peso corporal controlando el apetito y el gasto de energía, pero exactamente cómo ha sido un misterio. Lo que se sabe es que la leptina activa la grasa parda y beige. El nuevo estudio identifica un acelerador molecular de la acción de la leptina en el cerebro llamado Sh2b1.

Su equipo ha descubierto que Sh2b1 en el hipotálamo, una importante región del cerebro que controla la temperatura corporal y el hambre entre otras funciones, promueve la estimulación del sistema nervioso simpático. El sistema nervioso simpático envía señales a la grasa parda y beige para activarla, manteniendo así el peso corporal y el metabolismo.

El equipo demostró esta prueba de principio creando dos modelos de ratón. Los ratones que carecían del gen Sh2b1 en las neuronas receptoras de leptina "tenían un impulso simpático increíblemente reducido hacia la grasa parda/beige y una capacidad reducida para promover el gasto de energía", apunta Rui.

Esto redujo la capacidad de la grasa parda para ser metabolizada en calor, disminuyendo la temperatura corporal central de los ratones. Además, los ratones también desarrollaron obesidad, resistencia a la insulina e hígado graso. Por el contrario, los ratones con una expresión extra de Sh2b1 en sus cerebros fueron protegidos de la obesidad.

"Nadie sabía que el Sh2b1 en el cerebro controla el sistema nervioso simpático o que se requería para que la leptina activara la grasa marrón para aumentar el gasto de energía", detallan. En cuanto a cómo este hallazgo podría aplicarse a los humanos, apuntan que la esperanza es encontrar eventualmente una manera de aumentar la expresión de Sh2b1 o su capacidad para mejorar la señalización de la leptina y la quema de grasa.

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