MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigación del Brigham and Women's Hospital de Boston (Estados Unidos) ha encontrado nuevas pruebas que relacionan las alergias alimentarias y las recaídas en la esclerosis múltiple. De acuerdo con estos investigadores, el mecanismo que más probablemente esté asociado es la actividad inflamatoria.
Al igual que muchas otras afecciones médicas, el mecanismo de la esclerosis múltiple sigue siendo un enigma, un rompecabezas compuesto de complejos factores genéticos y ambientales. Una pieza clave de este rompecabezas es el sistema inmune, que también es responsable de regular muchos otros fenómenos fisiológicos (y patológicos), incluidas las alergias.
En un estudio publicado en la revista 'Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry', los investigadores se propusieron analizar la asociación entre la actividad de la enfermedad inflamatoria y el historial de alergias en un subconjunto de pacientes incluidos en un gran estudio conocido como 'Investigación Integral Longitudinal de Esclerosis Múltiple'.
Un total de 1.349 participantes completaron un cuestionario que describe las alergias a los alimentos, el medio ambiente y/o los medicamentos. La actividad de la enfermedad se registró a través de la evaluación del número acumulativo de ataques en el curso de la enfermedad y las nuevas lesiones que mejoran con gadolinio (Gad).
Solo los participantes en el grupo de alergia alimentaria demostraron una tasa significativamente mayor de ataques acumulativos y una mayor probabilidad de nuevas lesiones Gad en comparación con los participantes sin alergias. Este efecto siguió siendo significativo incluso cuando se ajustó para posibles factores de confusión como el sexo, la edad al inicio de los síntomas y la categoría de la enfermedad. No se observaron efectos significativos para los grupos de alergia ambiental y farmacológica después de los análisis ajustados.
Esta asociación entre la alergia a los alimentos y la actividad de la enfermedad de la EM destaca un papel importante para un actor en la inmunidad y la inflamación: el intestino. "Es interesante que esta asociación solo se encontró con alergias a los alimentos y no con otros tipos de alergias, que se podrían haber esperado si esto hubiera sido únicamente un problema de desviación inmune", explica la líder del estudio, Tanuja Chitnis.
Ahora, los investigadores están trabajando para descubrir aún más de estos mecanismos de desregulación inmune en la alergia y dilucidar cómo la desregulación afecta la actividad inflamatoria de la esclerosis múltiple. Chitnis es optimista sobre la posible traslación del trabajo y destaca la importancia de abordar las alergias alimentarias en la atención de pacientes con esta enfermedad.