MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU (Nueva York, Estados Unidos) han revelado en un estudio que el síndrome VEXAS es más común de lo que se creía hasta ahora, pues se calcula que, en Estados Unidos, unos 13.200 hombres y otras 2.300 mujeres mayores de 50 años lo padecen.
Considerada durante mucho tiempo una enfermedad misteriosa hasta que se identificó su base genética en 2020, VEXAS son las siglas de muchas de sus características biológicas: vacuolas en las células sanguíneas, enzima E1, ligada al cromosoma X, autoinflamatoria y somática.
Aunque se trata de un trastorno poco frecuente, el síndrome conlleva una elevada tasa de mortalidad, ya que hasta la mitad de las personas, en su mayoría hombres, fallecen en los cinco años siguientes al diagnóstico. El síndrome suele cursar con fiebres inexplicables y bajos niveles de oxígeno en sangre en personas diagnosticadas de otras enfermedades, como artritis reumatoide, lupus y cáncer de la sangre. Algunos de los síntomas se han relacionado con un sistema inmunitario hiperactivo, que puede causar inflamación y clasificar el síndrome como enfermedad autoinmunitaria.
Los investigadores afirman que esperan que sus hallazgos sensibilicen a los médicos sobre este trastorno, sobre todo porque los esteroides en dosis altas; los inhibidores de la cinasa Janus, destinados a reducir la inflamación, y el trasplante de médula ósea han demostrado su eficacia para controlar algunos síntomas.
"Ahora que sabemos que el síndrome VEXAS es más frecuente que muchos otros tipos de afecciones reumatológicas, los médicos deben añadir esta enfermedad a su lista de posibles diagnósticos cuando se enfrenten a pacientes con inflamación persistente e inexplicable y recuentos bajos de células sanguíneas, o anemia", afirma el genetista e investigador principal del estudio, David Beck. Este también dirigió el equipo federal de investigación, que identificó inicialmente la mutación UBA1 compartida entre los pacientes de VEXAS.
En el nuevo estudio, publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA), los investigadores analizaron las historias clínicas electrónicas de 163.096 hombres y mujeres de Pensilvania, en su mayoría blancos, que aceptaron someterse a un análisis de ADN en sangre para detectar signos de enfermedad genética. Se descubrió que doce de ellos tenían la mutación UBA1 y que todos presentaban síntomas de VEXAS.
Estadísticamente, esto correspondía a que uno de cada 4.269 hombres estadounidenses mayores de 50 años y una de cada 26.238 mujeres mayores de 50 padecían o podían padecer el síndrome. Según los investigadores, se trata de una cifra de prevalencia superior a la de muchas otras afecciones inflamatorias, como la vasculitis y el síndrome de displasia mieloide.
"Nuestro estudio ofrece el primer atisbo de lo frecuente que es el síndrome VEXAS en Estados Unidos, sobre todo entre los hombres, que también son los que más mueren por su causa", afirma Beck, que dirige varias investigaciones clínicas sobre el síndrome VEXAS en el Centro de Genética y Genómica Humanas de NYU Langone.
Investigaciones anteriores, dirigidas por Beck, rastrearon los orígenes del síndrome hasta una mutación, o cambio en el código de letras que compone el ADN, en el gen UBA1 (abreviatura de ubiquitin-like modifier activating enzyme 1.). La enzima suele ayudar en la descomposición de proteínas.
Para el estudio, los investigadores analizaron las historias clínicas electrónicas de pacientes adultos que se ofrecieron voluntarios para participar en la Iniciativa de Salud Comunitaria Geisinger MyCode. El programa lleva más de 25 años recopilando datos de pacientes de los más de 10 hospitales de Geisinger en el centro y noreste de Pensilvania (Estados Unidos). Casi todos los participantes en el estudio que accedieron a someterse a un análisis de ADN en sangre eran blancos y la mitad tenía más de 60 años.
Según Beck, el equipo tiene previsto analizar los historiales de pacientes de grupos más diversos desde el punto de vista racial, sobre todo de aquellos con tasas más elevadas de enfermedades reumatológicas y sanguíneas, para hacerse una idea más precisa de quiénes corren más riesgo de padecer el síndrome VEXAS. También tienen previsto buscar otras causas genéticas, probar nuevas terapias para el síndrome y desarrollar un sencillo análisis de sangre para UBA1 que facilite el diagnóstico.