Europa Press
01 feb 2019. 16.39H
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MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El envejecimiento y las enfermedades crónicas comparten factores genéticos, según ha demostrado un estudio internacional liderado por la compañía Gero y el Instituto de Física y Tecnología de Moscú (Rusia), que ha analizado las historias clínicas de más de 300.000 personas de entre 37 y 73 años en el UK Biobank, un biobanco que investiga las contribuciones de la predisposición genética y la exposición ambiental al desarrollo de una enfermedad.

La población mundial de 60 años o más está creciendo más rápido que todos los grupos de edad más jóvenes, y se enfrenta a la marea de enfermedades crónicas que amenazan su calidad de vida y plantean desafíos para los sistemas de salud y economía. Ahora, este estudio, publicado en la revista 'Communications Biology', ha demostrado que las afecciones crónicas más prevalentes, como el cáncer, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o la demencia aparentemente comparten un mecanismo subyacente común con la vejez.

Según la Ley de Mortalidad de Gompertz, el riesgo de muerte por todas las causas aumenta exponencialmente después de los 40 años, y se duplica aproximadamente cada 8 años. "Esta estrecha relación entre las enfermedades crónicas más prevalentes y la mortalidad sugiere que sus riesgos podrían ser impulsados por el mismo proceso, que es el envejecimiento", pronostica Peter Fedichev, fundador y director científico de Gero.

Para descubrir los factores genéticos asociados, los investigadores estudiaron los genomas de 300.477 británicos. En general, se descubrieron 12 locus genéticos que afectan la esperanza de vida saludable. Para confirmar que estos resultados son ciertos para otras etnias, utilizaron datos genéticos de participantes del UK Biobank con ascendencia europea, africana, sudafricana, china y caribeña.

De los 12 polimorfismo de un solo nucleótido (SNP), 11 aumentaron el riesgo tanto en los grupos del descubrimiento como en el de replicación. Tres genes, HLA-DBQ, LPA y CDKN2B, se asociaron previamente con la longevidad de los padres, un factor de la esperanza de vida en general.

Al menos tres locus genéticos se asociaron al mismo tiempo con el riesgo de múltiples enfermedades y la salud, por lo que podrían formar la firma genética del envejecimiento. HLA-DQB1 se asoció significativamente con la EPOC, la diabetes, el cáncer y la demencia, y se demostró que se asocia con la supervivencia de los padres.

Las variantes genéticas cercanas al gen TYR predijeron la muerte en la cohorte, y están implicadas en el inicio más temprano de la degeneración macular. El locus del cromosoma 20 que contiene C20orf112 no se asoció con la incidencia de ninguna de las enfermedades a nivel del genoma completo y, sin embargo, afectó a la salud de las personas estudiadas.

Cinco SNP asociados a la salud también se vincularon con una serie de rasgos como cáncer de piel, color de piel, ojos y cabello, bronceado y pecas, enfermedad coronaria, infarto de miocardio, niveles de colesterol y glucosa, IMC y diabetes tipo 2.

"El envejecimiento inevitable de la población mundial exige que la investigación sobre la longevidad se centre en la comprensión de las vías que controlan la vida saludable. Esperamos que nuestro trabajo eventualmente ayude a producir herramientas de diagnóstico novedosas en el campo de la genética del envejecimiento y a configurar el espacio objetivo para futuras terapias contra la vejez", concluye Peter Fedichev.

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