MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (UM) en EE.UU ha demostrado, a través de un estudio en ratones, que las mujeres sufren más enfermedades autoinmunes, como el lupus, por la elevada presencia molecular de VGLL3 en la piel.
El estudio, publicado en 'JCI Insight', ha tratado de explicar cómo la VGLL3 supone el desarrollo de diferentes trastornos y eventos en la piel que activan el sistema inmunitario, aún cuando no hay nada contra lo que defenderse. En esta investigación, los expertos han explicado que la elevada presencia de esta molécula en las células que conforman la piel pone en funcionamiento el sistema inmunológico, el cual produce una respuesta inmune autoatacante que afecta tanto a la dermis como a los órganos internos.
Los resultados del estudio ha demostrado que las hembras de ratones han presentado una presencia de VGLL3 en la piel más alta que los ratones masculinos.
En este sentido, los investigadores han señalado que la elevada presencia de esta molécula en la piel modifica los niveles de expresión de genes que conforman el sistema inmunológico. Así, han observado que estos cambios hacían que la piel de los ratones se volviese escamosa y cruda. Esto ocurre porque las células inmunitarias se incrementan, inundando la piel y los ganglios linfáticos, lo que conlleva la aparición de anticuerpos que pueden afectar a órganos internos.
En este contexto, aún no se ha demostrado por qué las células cutáneas femeninas presentan más VGLL3 que las masculinas. Sin embargo, este equipo de investigadores explica que puede deberse a que las mujeres presentan sistemas inmunes más fuertes para combatir infecciones.
"Parece que VGLL3 regula los genes de respuesta inmunitaria que han sido señalados como culpables del desarrollo de enfermedades autoinmunes comunes en las mujeres, pero que no parecen estar regulados por las hormonas sexuales", ha explicado Johann Gudjonsson, director de la investigación y profesor de dermatología en la Facultad de Medicina de la UM, quien ha añadido que la elevada presencia de VGLL3 en la piel de los ratones estudiados es suficiente para desarrollar un fenotipo que presenta similitudes con el lupues eritematoso sistémico (SLE), como la erupción cutánea o la lesión renal.
El SLE, una enfermedad autoinmune crónica, sistemática y heterogénea que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo y que conlleva síntomas debilitantes, afecta ya a 1,5 millones de estadounidenses.
Por último, Michelle Kahlenberg, miembro de la división de Reumatología de UM y co-autora del estudio, ha explicado que se está investigando a pacientes con lupus para conseguir ahondar en la investigación y el tratamiento de esta enfermedad. Así, los expertos han concluido que este descubrimiento puede suponer un avance en el desarrollo de nuevas terapias para tratar el lupus en ambos sexos, ya que las técnicas actuales presentan efectos adversos que inducen mayor riesgo de cáncer.