MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Un equipo de médicos de la Universidad RUDN (Rusia) ha observado, en un estudio llevado a cabo en ratas y publicado en el 'Journal of Physics: Conference Series', que la cirugía del tabique nasal provoca cambios en el comportamiento.
Un tabique nasal desviado se puede corregir con una simple cirugía que a menudo se realiza con anestesia local. Este procedimiento se recomienda para pacientes con apnea o maxilitis crónica, si bien los efectos secundarios de la cirugía incluyen inflamaciones y edemas.
Estos procesos y las dificultades respiratorias que provocan pueden afectar al sistema nervioso autónomo (SNA) que regula todas las funciones involuntarias del cuerpo, como la digestión, el riego sanguíneo y el mantenimiento de la frecuencia cardiaca.
Todavía se desconoce qué partes del SNA reaccionan a la septoplastia y qué cambios de comportamiento puede provocar dicha reacción, por lo que los investigadores ruso llevaron a cabo cirugías experimentales en ratas, identificando así reacciones conductuales y fisiológicas.
Para llevarlo a cabo, utilizaron diez ratas macho sanas a las que administraron anestesia local y sólo rasparon sus tabiques nasales. No se utilizaron analgésicos locales ni antiinflamatorios después de la cirugía, ya que podrían haber tenido un impacto en los ANS de los animales.
Para evaluar los cambios en su comportamiento, el equipo colocó a las ratas en un entorno desconocido: el llamado 'campo abierto', una cámara de forma cuadrada con un centro abierto y bien iluminado y agujeros en el centro y las cuatro esquinas. Esta prueba se realizó una vez antes de la cirugía y tres veces después (en 2, 4 y 6 días, respectivamente). Los médicos también tomaron electrocardiogramas (ECG) de las ratas antes y después del procedimiento.
Una comparación minuto a minuto del comportamiento de los animales en 'campo abierto' antes y después de la cirugía mostró una reducción considerable de la actividad en este último caso. Y es que, después del procedimiento, los animales se mostraron más reacios a examinar la cámara o entrar en los agujeros, permanecieron inmóviles durante largos períodos de tiempo, dejaron más excrementos y rara vez se subieron a las patas traseras.
Asimismo, el ECG mostró que los sistemas nerviosos parasimpáticos de las ratas que regulan los procesos de relajación y recuperación estaban más activos después de la cirugía. A juicio de los investigadores, estos cambios de comportamiento pueden deberse a la ansiedad posquirúrgica, así como a consecuencias fisiológicas como inflamación, edema y dolor.
Debido a todos estos factores, los animales entraron en un estado similar a la depresión. La inflamación y la escasez de oxígeno activaron el sistema nervioso parasimpático (SNP) y los procesos de recuperación comenzaron a dominar los cuerpos de los animales. Basándose en una combinación de datos fisiológicos y de comportamiento, los médicos concluyeron que la cirugía de la cavidad nasal provocó que las ratas experimentaran estrés.