Europa Press
27 ago 2020. 16.21H
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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han encontrado miles de publicaciones en redes sociales en dos plataformas populares, Twitter e Instagram, relacionadas con estafas financieras y posibles productos falsificados de productos de COVID-19 y tratamientos no aprobados.

Durante la pandemia de COVID-19, las redes sociales han desempeñado un papel importante en la transmisión de información de los líderes de opinión médicos y las autoridades sanitarias sobre cómo ayudar a detener la propagación. Sin embargo, tan pronto como se dispone de información nueva y precisa sobre el virus, también lo hacen los productos sanitarios falsificados, como los 'kits' de pruebas ilegales o no aprobados, los tratamientos no probados y las supuestas curas.

"Comenzamos este trabajo con la crisis de los opiáceos y hemos realizado investigaciones como ésta durante muchos años para detectar a los traficantes de drogas ilícitas. Ahora estamos usando algunas de esas mismas técnicas en este estudio para identificar productos COVID-19 falsos para la venta. De marzo a mayo, hemos identificado cerca de 2.000 anuncios fraudulentos probablemente relacionados con productos de salud COVID-19 falsos, estafas financieras y otros riesgos para el consumidor", explica Timothy Mackey, el líder del estudio, publicado en la revista 'Journal of Medical Internet Research Public Health and Surveillance'.

Según los investigadores, los anuncios fraudulentos llegaron en dos oleadas enfocadas en reclamos no probados para prevención o cura y kits de pruebas falsos. Además, añaden que una tercera ola de tratamientos farmacéuticos falsos se está materializando ahora y advierten de que empeorará cuando se anuncie el desarrollo de una vacuna efectiva u otros tratamientos terapéuticos.

Los investigadores identificaron las publicaciones en redes sociales sospechosos a través de una combinación de procesamiento de lenguaje natural y 'machine learning'. Los grupos de modelos temáticos se transfirieron a un algoritmo de aprendizaje profundo para detectar mensajes fraudulentos. Los hallazgos se personalizaron en un tablero de datos para permitir la inteligencia de la salud pública y proporcionar informes a las autoridades, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

"Estamos en una era post-digital y, a medida que continúe este auge de la adopción digital, veremos más de estos mensajes fraudulentos dirigidos a los consumidores, ya que los delincuentes buscan aprovecharse de los necesitados en tiempos de crisis", reflexiona Mackey.

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