SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
Un estudio de datos de vida real (Real World Data) desarrollado por oncólogos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha confirmado que la identificación del estado mutacional BRCA, un gen cuya mutación se relaciona con mayor riesgo de padecer cáncer, permite optimizar la estrategia de tratamiento en pacientes con cáncer de ovario epitelial, lo que se traduce en un impacto positivo en su nivel de supervivencia.
El estado mutacional BRCA es el mejor biomarcador pronóstico y predictivo de respuesta en este tipo de cáncer de ovario. La optimización del tratamiento con quimioterapia y la aparición de nuevas terapias dirigidas como los inhibidores de PARP ha permitido aumentar la supervivencia (global y libre de progresión) de las pacientes que padecen este tumor, detalla la Sociedad Andaluza de Oncología Médica.
El estudio desarrollado por los profesionales de Oncología del hospital sevillano analiza las características de las pacientes con cáncer de ovario epitelial y mutación BRCA (BRCAm) tratadas en el hospital en los últimos 5 años, con el objetivo de conocer su evolución y el impacto en la supervivencia de los tratamientos realizados.
Los resultados de esta investigación se han presentado en el VII Congreso de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM), que se ha celebrado los días 4 y 5 de noviembre y que ha reunido a más de 200 oncólogos y expertos de la comunidad andaluza y resto de España con el fin de presentar los últimos avances y novedades en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
En concreto, en el estudio se han analizado de forma retrospectiva un total de 37 mujeres diagnosticadas de cáncer de ovario epitelial BRCAm desde enero 2015 a junio 2020, que han supuesto el 15 por ciento del total de las pacientes diagnosticadas de este tumor. Se identificaron un 43,4 por ciento de pacientes mutadas BRCA1 y 56,6% pacientes mutadas BRCA2, y en el 90 por ciento de los casos el diagnóstico del tumor fue en estadios avanzados.
En cuanto al tratamiento de las pacientes, la primera línea más utilizada fue la quimioterapia con carboplatino-paclitaxel (73 por ciento) y en un 19 por ciento se añadió bevacizumab. De las pacientes que recibieron un tratamiento de mantenimiento en segunda línea, el 60% fue con inhibidores de PARP, con una supervivencia libre de progresión que alcanzó 13 meses y una supervivencia global de 64 meses en los casos con tumor en estadio III. En los casos en estadio IV, la supervivencia global llegó a los 30 meses.
El estudio de los oncólogos del Hospital Universitario Virgen del Rocío concluye que el 62 por ciento de las pacientes se encuentran vivas, y no registran evidencia de la enfermedad en el momento del análisis, por lo que confirma que identificar el estado mutacional BRCA de las pacientes con cáncer de ovario permite optimizar su estrategia de tratamiento, con un aumento en los índices de supervivencia y en la mejora de su calidad de vida.
VII CONGRESO DE LA SAOM
La multidisciplinariedad y la investigación han sido los dos principales ejes temáticos del VII Congreso de la SAOM, que se ha celebrado el 4 y 5 de noviembre de forma online, y en el que se han analizado y puesto en común las últimas estrategias y experiencias innovadoras para el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
En él se han abordado las novedades más recientes en algunos de los tumores de mayor impacto en la población andaluza y española (como cáncer de mama, pulmón o colon), con el fin de mejorar la atención integrada del paciente oncológico y la mejora de su calidad de vida.
El Congreso ha incidido en la importancia de la multidisciplinariedad en el abordaje y tratamiento de los diferentes tipos de tumores y en sus resultados en el paciente, o en las novedades diagnóstico-terapéuticas en el manejo del cáncer desde la investigación a la práctica clínica.
En el encuentro también se ha expuesto el notable avance diagnóstico y terapéutico que se ha alcanzado en los últimos años gracias a los descubrimientos y resultados obtenidos en los nuevos tratamientos personalizados del cáncer, como las nuevas terapias emergentes, los ensayos clínicos, o los avances biotecnológicos aplicados a los tumores.