Europa Press
13 nov 2019. 18.43H
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MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Un estudio llevado a cabo por investigadores del Geisel School of Medicine de Dartmouth (Estados Unidos) ha evidenciado que cuanto más medicamentos se tomen como consecuencia de una fractura más riesgo hay de padecer una nueva.

En las últimas décadas, el uso de medicamentos recetados ha aumentado dramáticamente en Estados Unidos debido a factores como, por ejemplo, las mejoras en la capacidad de detectar enfermedades, la expansión de las opciones de tratamiento y el envejecimiento de la población. Para muchos estadounidenses mayores (mayores de 65 años), estos medicamentos proporcionan un medio eficaz para controlar la enfermedad y mejorar tanto la calidad de vida como la longevidad.

No obstante, se sabe que muchos medicamentos comúnmente recetados, como analgésicos opioides, antidepresivos, antiácidos y aquellos para ayudar para dormir, conllevan un mayor riesgo de fracturarse un hueso (al aumentar las caídas, debilitar los huesos o ambos). Esto es especialmente válido para pacientes cuyo riesgo de fractura ya es alto debido a afecciones como la osteoporosis.

"Dado que los adultos mayores consumen, en promedio, cinco medicamentos simultáneamente, sospechamos que es probable que un buen número de personas mayores usen más de uno de estos medicamentos asociados a la fractura a la vez. Por ello, quisimos determinar cómo esa mayor exposición afectaría a su riesgo de fractura de cadera", han explicado los expertos.

En el estudio, los investigadores observaron los registros de recetas de 2,5 millones de beneficiarios de 'Medicare' (desde 2004-2014), determinando cuántos y cuáles de los 21 medicamentos se estaban tomando. De esta forma, descubrieron que estos medicamentos se usaban comúnmente y se combinaban entre los adultos mayores.

Así, comprobaron que mientras más medicamentos asociados con fracturas tomaban las personas, mayor era su riesgo de fractura. En concreto, tomar cualquiera de estos medicamentos duplicó el riesgo de una persona, tomar dos cualquiera casi lo triplicó y tomar tres o más riesgos de fractura lo aumentó cuatro veces.

Los fármacos tomados con mayor frecuencia (solos o en combinación con otros) fueron los opioides, utilizados por el 55 por ciento de la cohorte, seguidos por los diuréticos (el 40%) y los inhibidores de la bomba de protones (IBP), utilizados para tratar el reflujo ácido (35%).

Las combinaciones más peligrosas son los opioides y sedantes, los opioides y diuréticos, y los opioides y los IBP. "Los resultados de nuestro estudio de cohorte sugieren precaución cuando se combinan estos medicamentos, especialmente cuando el uso es discrecional. Existen alternativas o el riesgo de fractura es alto", han zanjado los expertos.

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