Europa Press
24 abr 2019. 17.56H
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MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Restringir las horas de comer ayuda a controlar niveles de glucosa en la sangre, una pauta en la alimentación que podría convertirse en una medida para controlar a las personas con riesgo de diabetes tipo 2, según una investigación realizada por la Universidad de Adelaide y el Instituto de Investigación Médica y de Salud del Sur de Australia (SAHMRI, por sus siglas en inglés).

Los investigadores, que han publicado sus resultados en la revista Obesity, evaluaron los efectos de la alimentación con restricción de tiempo (TRE) en 15 hombres durante una semana. Al restringir el período de tiempo durante el cual se puede comer, los investigadores han visto resultados prometedores para controlar el riesgo de diabetes tipo 2.

"Los hombres que tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 limitaron su ingesta de alimentos a un período de nueve horas por día", ha explicado la profesora asociada Leonie Heilbronn de la Facultad de Medicina de la Universidad de Adelaida y SAHMRI.

Los participantes se comprometieron a comer de manera restringida de 8.00 de la mañana a las 17.00 o más tarde en el día, o desde el mediodía hasta las 21.00 horas. "Comieron su dieta normal durante este tiempo. De hecho, les dijimos que siguieran comiendo todos los alimentos que suelen comer", ha explicado Heilbronn.

La respuesta de la glucosa en sangre a una comida estándar se evaluó cada día del estudio. Los investigadores encontraron que la la alimentación con restricción de tiempo mejoró el control de la glucosa, independientemente de cuándo los hombres decidieron dejar de comer. "Nuestros resultados sugieren que decisión de cuándo comemos, en lugar de lo que comemos, puede mejorar el control de la glucosa", ha explicado la autora del estudio, quien destaca que además se ha visto en los participantes una pequeña pérdida de peso.

Uno de los participantes del estudio, Fred Rochler, ha optado por usar la alimentación con restricción de tiempo. Durante la investigación comió su dieta normal en el horario de 9.30 a 19.30. "El régimen de alimentación restringida inicialmente fue desafiante, pero pronto se volvió más manejable. Solo comía hasta las 19.30 y encontré que funcionaba bien con mi estilo de vida", ha señalado.

"Durante el ensayo, descubrí que mi tolerancia a la glucosa en la sangre en ayunas mejoró significativamente. Cambió del nivel de riesgo a un nivel normal. Esto fue sin cambiar ninguno de los alimentos que me gusta comer", ha añadido.

"Los regímenes de alimentación restringidos en el tiempo demuestran que podemos disfrutar de los alimentos que se perciben como malos para nosotros, si los comemos en el momento adecuado del día, cuando nuestros cuerpos son más capaces biológicamente de lidiar con el carga de nutrientes. Y quizás más importante, si permitimos que nuestros cuerpos tengan más tiempo de ayuno cada noche", ha explicado Heilbronn.

"Si bien estos primeros resultados muestran cierta promesa para controlar la glucosa en la sangre, se requiere un estudio más amplio sobre una duración más larga para investigar completamente la efectividad de este patrón de alimentación restringida en el tiempo", concluye.

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