MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El jefe de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y Catedrático de Psiquiatría en la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Carrasco, ha avisado de que las personas en riesgo de suicidio necesitan medidas "audaces y firmes".
"A pesar de las numerosas iniciativas, protocolos y manifiestos que existen, muchas de estas acciones constituyen tan solo gestos de buena voluntad; y, a menudo, estos mensajes son confusos, en la medida que reafirman la categórica obligación de impedir el suicidio, a la vez que sostienen la defensa absoluta de la libertad humana en todo momento", ha dicho el experto con motivo de la celebración, este jueves, del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Sin ir más lejos, la propuesta del nuevo Plan de Salud Mental del Gobierno pretende impedir todo tipo de tratamiento o de ingreso involuntario, incluso en los pacientes con riesgo suicida evidente. En este sentido, el doctor ha explicado que para el médico que recibe a una persona potencialmente suicida "no hay duda" de que se encuentra en una situación "afectiva y cognitiva desequilibrada temporalmente".
No obstante, prosigue, aquellos que califican la protección médica como un acto de imposición, al mismo tiempo que se erigen en líderes de la prevención del suicidio, están incurriendo en actitudes "confusas e incluso demagógicas". "La idea de suicidio y el riesgo de contenerlo es una constante en las personas que padecen depresiones crónicas y en los pacientes con trastornos de la personalidad", ha avisado.
Dicho esto, ha explicado cómo desde sus unidades de Suicidio y de Trastornos de la Personalidad proponen un Plan de Prevención del Suicidio basado en cuatro pilares fundamentales: la comprensión afectiva y aceptación del dolor del paciente y de sus deseos de terminar con su vida; la elaboración de un correcto y detallado diagnóstico médico-psicológico; el establecimiento de un seguimiento y de un tratamiento inmediatos, tanto farmacológico como psicológico; y el establecimiento de medidas de protección y de contención si el riesgo es muy elevado, contemplando incluso las medidas involuntarias con el correspondiente sustento jurídico.
"La persona en riesgo de suicidio necesita medidas audaces y firmes que, al parecer, sólo los médicos están dispuestos a tomar, por lo general, en la más completa soledad en las salas de urgencias de los hospitales. Los discursos ideológicos sobre las causas sociales del suicidio quedan para otro momento. Nos va la vida en ello, si es verdad que tanto nos interesa", ha zanjado Carrasco.