MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Representantes de diferentes partidos políticos, profesionales sanitarios y asociaciones de afectados se han unido este viernes en una jornada en el Congreso, impulsada por el diputado de UPN, Íñigo Allí, para volver a exigir , esta vez al próximo Gobierno que salga elegido en las elecciones generales del 28 de abril, un Plan Nacional contra el Suicidio.
Esta reivindicación ha sido realizada en varias ocasiones por estos colectivos y, cuando parecía que se iba a llevar a cabo esta medida, anunciada por la exministra de Sanidad Carmen Montón, se volvió a quedar "paralizada" con el nombramiento de María Luisa Carcedo al frente del departamento ministerial, quien anunció a los expertos que ya estaban trabajando en la estrategia que la prevención del suicidio se iba a articular en la estrategia de salud mental.
Así lo ha lamentado el psicólogo y presidente de la Sociedad Española de Suicidología, Andoni Anseán, quien ha insistido en que España necesita "sí o sí" un Plan Nacional contra el Suicidio, avisando de que en las cinco horas que dura la jornada en la Cámara Baja, dos personas se habrán quitado la vida, cinco habrán acudido a los servicios de Urgencias tras intentar suicidarse y hasta 40 lo habrán intentado pero no han podido acceder a un servicio sanitario.
Se calcula que cada día unas 10 personas se suicidan en España, unas 3.700 al año, y se cree que por cada persona que se suicida hay otras 20 tentativas. Además, actualmente el número de personas que se suicidan duplica al número de fallecidos por accidentes de tráfico y supera con creces al número de víctimas por violencia de género, si bien estas cifras pueden ser mayores ya que no hay una base de datos oficiales.
LA SOLEDAD, PRINCIPAL CULPABLE DEL SUICIDIO
Entre el sufrimiento y el suicidio hay un mediador, la soledad, la cual, según ha comentado el psiquiatra y jefe de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, José Luis Carrasco, conlleva incomprensión y desesperanza, ingredientes principales de la aparición de la conducta suicida.
"Aunque la sociedad diga que es empática, al final se termina cansando de la persona que sufre, lo que hace que se quede solo, en la soledad, en la incomprensión y, por tanto, en la posibilidad de acabar con su vida. Por ello, es necesario que los médicos nos impliquemos y formemos más en la prevención de conductas suicidas, que se forme mejor a las familias y a la sociedad y que se aumenten los recursos sanitarios para estas estrategias de prevención", ha argumentado el doctor Carrasco.
Precisamente, del escaso conocimiento que tiene la sociedad sobre las conductas suicidas y, más aún, de los tabúes que giran entorno al suicido ha hablado en la jornada el presidente de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR), Máximo Enrique Gutiérrez, quien, tras alertar de que los jóvenes son los que tienen un mayor riesgo de conducta suicida, así como del juego patológico, ha narrado su experiencia tras intentarse quitar la vida.
"Yo lo intenté cuando iba conduciendo y lo que conseguí fue estropear el coche, escuchar a la gente decir que lo hice para llamar la atención, quedarme sin coche por no tener dinero para pagarlo y ser denunciado por la Guardia Civil acusándome de haber tenido el accidente por llevar las ruedas desgastadas", ha reconocido. En este punto, el presidente de FEJAR ha recordado que la tasa de suicidios entre los ludópatas es seis veces más alta que la de la población general.
Sobre esto mismo ha puesto también el foco de atención el policía nacional y experto en acoso escolar y suicidio en menores, Víctor Navarro, quien ha destacado que, como consecuencia del uso de las redes sociales, muchos menores se suicidan, por lo que ha abogado por formar e informar mejor a los padres y educadores para que sepan detectar estas conductas de riesgo.
"CUESTIÓN DE ESTADO"
Y es que, estos casos no sólo afectan a la persona que decide acabar con su vida sino que también a su entorno familiar y social ya que se ha visto que por cada uno que se suicida seis personas cercanas sufren depresión, bajas laborales, duelos prolongados o, incluso, familias rotas. "Es terrible la huella de sufrimiento que genera en el entorno familiar, el cual es necesario también prestar una atención", ha recalcado Miguel Ángel, representante del Teléfono de la Esperanza.
En este punto, la presidenta de la Asociación La Barandilla, Ana Lancho, ha alertado también de que tanto los suicidios como los efectos que causan en el entorno conllevan un importante gasto al Estado, el cual, según ha insistido, se podría ahorrar con la puesta en marcha del Plan Nacional contra el Suicidio.
Al mismo tiempo, para acabar con esta "lastra", el diputado Allí y el diputado del Grupo Parlamentario Popular, Ignacio Treviño, han subrayado la importancia de que todos los actores implicados (políticos, sociedad, profesionales y educadores) se impliquen en detectar y prevenir las conductas suicidas, ya que son "una cuestión de Estado".
Además, el presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS), Javier Jiménez, ha reclamado incluir en las facultades de Psicología una asignatura sobre el suicidio; garantizar la presencia de un psicólogo por cada médico de Atención Primaria; atender a las personas que han intentado quitarse la vida y no lo han conseguido; y llevar a cabo una autopsia psicológica con el fin de saber los motivos por los que la gente se suicida.
Finalmente, el presidente de la Sociedad Española de Suicidología ha informado de que algunas comunidades autónomas tienen en marcha, o lo están elaborando, un plan o estrategia contra el suicidio (Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco, Cataluña, Baleares, Asturias, Castilla-La Mancha o Navarra), si bien, a su juicio, es urgente crea un plan nacional que coordine todas las iniciativas. "El suicidio sólo puede ser prevenido o llorado", ha zanjado Anseán.