MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Los especialitas de Pediatría del Hospital HM Nens de Barcelona resaltan que todos los niños de entre 6 y 18 años que practican deporte deberían pasar un reconocimiento médico que avale su disposición al ejercicio físico, con independencia del nivel con el que se quiera realizar, para evitar problemas de salud severos.
De este modo, se favorece el diagnóstico precoz de posibles enfermedades que, a la larga, pueden comportar un problema de salud severo e, incluso, la muerte.
Los problemas cardiovasculares como cardiopatías congénitas, arritmias, hipertensión arterial, miocarditis o valvulopatías son las patologías más conocidas debido a los distintos casos de jóvenes deportistas de renombre que se han visto afectados.
Tal y como explica el jefe de la Unidad de Cardiología y Medicina del Deporte del Hospital HM Nens, el doctor José Manuel Siurana, esto no debe suponer un impedimento para que los menores hagan deporte de manera regular si son "detectados a tiempo, ya que una vez diagnosticados, se verifica el nivel de actividad más adecuado, se diseña un plan específico y se monitorizan los cambios que pueden producirse en el corazón".
"Así como las federaciones deportivas tienen muy interiorizado realizar la exploración física de los menores cuando van a competir, en los colegios es una práctica casi inexistente. Se realizan revisiones médicas, pero si el niño ha de hacer alguna actividad deportiva extraescolar no resultan suficientes, pues no incluyen electrocardiograma y hemos de pensar que muchos de estos niños que juegan a fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo, etc. compiten igualmente en ligas escolares exigentes, por lo que el riesgo siempre está presente", advierte el especialista.
No obstante, las enfermedades cardiovasculares no son la única preocupación de los especialistas. La Medicina del Deporte pediátrica también trata las lesiones o problemas médicos en huesos, músculos y ligamentos, que son distintos en los niños, al tratarse de personas que se encuentran en fase de crecimiento, que en los adultos.
En este sentido, los profesionales también se decantan por "la conveniencia de realizar una valoración exhaustiva e individualizada del estado de salud del niño deportista para descartar anomalías o patologías que puedan limitar o contraindicar la práctica deportiva", según indica la pediatra y especialista en medicina deportiva y coordinadora de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital HM Nens, la doctora Yanira Castillo.
La Unidad de Medicina del Deporte de HM Nens cuenta con un equipo de profesionales multidisciplinar que ofrece una atención integral y personalizada al paciente. Así, dispone de especialistas en Medicina del Deporte Infantil, Cardiología pediátrica, Fisiología deportiva, Traumatología pediátrica, Nutrición deportiva, Neumología pediátrica, Psicología Infanto-juvenil y Fisioterapia y Rehabilitación, quienes valoran y acompañan al deportista con el objetivo de minimizar los riesgos de una mala praxis deportiva y mejorar su rendimiento, adecuando el ejercicio físico y promoviendo hábitos de vida saludable.
El examen médico que realizan a los niños consta de dos partes. En primer lugar se realiza una entrevista en la que se recoge su historial médico (hábitos de alimentación, antecedentes deportivos, enfermedades) y antecedentes familiares.
Y, en segundo lugar, la exploración, en la que se incluye un estudio antropométrico (peso, talla e IMC), un examen cardiovascular, auscultación cardíaca, medición de tensión arterial, electrocardiograma, auscultación respiratoria, estudio osteomioarticular-podológico, exploración del abdomen y del sistema nervioso, ecocardiografía y ergometría (prueba de esfuerzo). Con todos los resultados, se confecciona el Certificado Médico Oficial de Aptitud Deportiva.