MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Ante la creciente resistencia a los antimicrobianos relacionada con el consumo de antibióticos, el Grupo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (GPI de AEPap) y la Guía ABE advierte de que "el uso adecuado de antibióticos es una responsabilidad compartida que implica a autoridades, profesionales, población e industria farmacéutica".
Así lo destacan en un comunicado con motivo de la campaña desarrollada este mes de noviembre por las instituciones sanitarias nacionales e internacionales dedicada a concienciar sobre el uso adecuado de antibióticos y la lucha contra las resistencias a los antimicrobianos (RAM).
La resistencia a los antimicrobianos tiene graves consecuencias en la salud pública, los sistemas sanitarios y la economía. De acuerdo con datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), más de 35.000 personas mueren cada año en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo como consecuencia directa de una infección debida a bacterias resistentes a los antibióticos.
"Es un problema global que afecta a la salud humana, la salud animal, la fitosanidad y el medio ambiente. Por ello se habla de 'Una sola salud'('One Health')", señala el Grupo de Patología Infecciosa de AEPap.
En 2021 España fue el séptimo de 29 países europeos con mayor consumo de antibióticos y está por encima de la media europea. Desde 2017 y hasta 2021, se produjo una disminución, pero, en el año 2022, según datos del Plan Nacional Resistencia antibióticos (PRAN), el consumo ha aumentado.
"Hasta el momento no se conocen datos oficiales relativos al consumo de antibióticos en población pediátrica y resulta imprescindible para analizar la tendencia y evaluar el resultado de las intervenciones realizadas", indican desde el GPI de AEPap.
De acuerdo con datos del Eurobarómetro de 2022 sobre uso de antibióticos en Europa, el 46 por ciento de encuestados en España cree erróneamente que los antibióticos curan infecciones producidas por virus y un 36 por ciento que son eficaces contra los catarros. Solo un 20 por ciento recuerda haber recibido información en los últimos 12 meses sobre la toma de antibióticos innecesarios, siendo los médicos la mayor fuente de información.
"Estos datos muestran la necesidad de mejorar los conocimientos de la población, lo que adquiere especial importancia en la población pediátrica, ya que la mayoría de las infecciones en niños son de origen viral", aseguran desde el GPI AEPap.
En España, en los últimos años se han desarrollado los llamados PROA, programas de optimización del uso de antibióticos, que recogen todos los aspectos relacionados con este objetivo. Sin embargo, su implementación es "desigual" en las distintas comunidades autónomas: "no alcanzan a todos los profesionales, no está asegurado el acceso a la información necesaria para realizar una prescripción adecuada y no siempre se revierten al profesional los resultados de las estrategias e intervenciones realizadas", según explican desde la AEPap.
"Para que estos programas consigan su objetivo deben difundirse e implicar a todos los profesionales y aportar herramientas prácticas que ayuden a la prescripción. Es necesario que los pediatras se integren de forma efectiva en la estructura y desarrollo de los mismos", señalan.
Asimismo, inciden en la necesidad de que los profesionales "actualicen sus conocimientos con el fin de optimizar la elección, las dosis y la duración de los tratamientos antibióticos, utilizar, cuando sea posible, estrategias de prescripción diferida y evitar, explicando los motivos a las familias, la prescripción de antibióticos en procesos virales". "Pero sin la participación y compromiso del resto de instancias implicadas, la labor de los profesionales no es suficiente para conseguir el objetivo", añaden.
EL PROBLEMA DEL DESABASTECIMIENTO
Por otro lado, los pediatras resaltan el problema del desabastecimiento ya que, en el último año, los problemas de desabastecimiento han afectado y afectan a determinados antibióticos de primera elección obligando a la utilización de otros fármacos de espectro más amplio, con el riesgo que supone con respecto al aumento de resistencias.
"Este problema es más grave en pediatría porque añade al desabastecimiento de fármacos el de presentaciones adecuadas para administración infantil", declaran.
En este sentido, desde GPI Aepap consideran que "es un tema prioritario que debe ser resuelto por las autoridades sanitarias porque la falta de antibióticos de primera elección implica el fracaso de cualquier otra medida o intervención dirigida a la mejora de la prescripción".
Por último, destacan la importancia de la prevención de enfermedades infecciosas informando a la población sobre medidas higiénicas como lavado de manos y asegurando altas coberturas vacunales.