Europa Press
22 mar 2019. 16.47H
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MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

ONUSIDA ha alertado de que "la mayoría de los países afectados se están quedando atrás" en la lucha contra la tuberculosis y el VIH", por lo que "corren el riesgo de no alcanzar la meta" de reducir en un 75 por ciento las muertes por tuberculosis en las personas que viven con el VIH para 2020.

La tuberculosis es la principal causa de muerte infecciosa en todo el mundo, y se cobra la vida de alrededor de 4.400 personas al día. Sigue siendo la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH, causando una de cada tres muertes relacionadas con el sida. En 2017, 1,6 millones de personas murieron de tuberculosis, entre ellas unas 300.000 personas que viven con VIH.

Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que, a nivel mundial, las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH han disminuido en un 42 por ciento desde 2010, de 520.000 a 300.000 en 2017.

Antes del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra este sábado 24 de marzo, ONUSIDA ha publicado un informe en el que celebra que cinco países de ingresos bajos o medios superaron durante 2017 el objetivo de reducir en un 75 por ciento las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH, tres años antes de lo previsto: India (84%), Eritrea (83%), Djibouti (78%), Malawi (78%) y Togo (75%).

Otros 18 países redujeron las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH en más de un 50 por ciento y están en camino de alcanzar la meta para finales de 2020, "siempre que se mantenga la ampliación de los servicios". Sin embargo, las previsiones de ONUSIDA también muestran que la mayoría de los países "no están bien encaminados y que las muertes están aumentando en algunas regiones y países".

"La tuberculosis debería ser una enfermedad del pasado. Ha sido tratable y prevenible durante décadas. Los años en los que se ha descuidado el derecho de los pobres del mundo a la atención básica de la salud, a la alimentación y a la vivienda han permitido que la tuberculosis se afiance y que se desarrolle la resistencia. Las personas que viven con el VIH están especialmente en riesgo. Todavía hay una oportunidad para que muchos países alcancen la meta, pero tenemos que actuar ahora: es hora de acabar con la tuberculosis y el sida", ha señalado el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.

Alrededor de 40 países experimantaron un aumento en el número de muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH entre 2010 y 2017. En Europa oriental y Asia central, el número de muertes subió en un 22 por ciento en este periodo entre con aumentos en todos los países de la región salvo tres. En América Latina, la mortalidad creció un 7 por ciento.

"La falta de progreso en algunos países es un claro indicio de que se necesitan más esfuerzos para abordar los principales desafíos, incluida la necesidad de equidad y de garantizar que los grupos vulnerables tengan acceso a servicios integrados de VIH y tuberculosis", asegura el organismo internacional.

Para acelerar el progreso en la reducción de las muertes por tuberculosis en las personas que viven con el VIH y alcanzar la meta de 2020, ONUSIDA pide a los países a que integren plenamente los servicios relacionados con la tuberculosis y el VIH, así como que utilicen enfoques para encontrar, diagnosticar y tratar los casos que faltan. Así, piden reclaman que se realicen pruebas de detección de la tuberculosis a todas las personas que viven con VIH, y que todas las personas con tuberculosis se sometan a la prueba del VIH.

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