VALENCIA, 11 (EUROPA PRESS)

La presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, Carmen Pérez Rodrigo, ha advertido este jueves de los riesgos de la obesidad en niños, puesto que algunos estudios sugieren que "la esperanza de vida de los niños obesos será probablemente menor que la de sus padres". Para evitarlo, ha recordado la necesidad de promover el ejercicio físico en todas las etapas de la vida y tener una dieta equilibrada como la mediterránea.

"En las últimas décadas, la obesidad parece haberse estabilizado en niveles altos en los países desarrollados, con tasas de incidencia muy altas en niños y adolescentes", ha expuesto en una jornada telemática dedicada a la obesidad organizada por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados.

A partir de ahí, la doctora ha comentado que la obesidad en la infancia suele mantenerse en la edad adulta y aumenta los problemas de salud relacionados con el exceso de peso, como problemas cardiovasculares y metabólicos que pueden conducir a enfermedades crónicas como la diabetes tipo II.

Algunas de sus propuestas para paliar la obesidad son un análisis de los factores que favorecen el exceso de peso, especialmente en las primeras etapas de la vida: "Parece demostrado que la alimentación de la madre durante el embarazo puede provocar modificaciones en el genoma del feto que favorecerán la obesidad de por vida."

En segundo lugar, el estudio de las características genéticas que favorecen y mantienen el sobrepeso. También apuesta porque la educación alimentaria se fomente informando de que las frutas, verduras, legumbres y alimentos ricos en fibra previenen la obesidad y favorecen una digestión más sana.

EN EL CONFINAMIENTO COMÍAMOS MEJOR

Como aspecto positivo, la nutricionista ha resaltado que "durante el confinamiento, al menos en España, quizá porque las personas han dispuesto de más tiempo para cocinar, se ha vuelto a una dieta tradicional y más sana".

Otro de los aspectos que ha abordado es el conocimiento de nuevas hormonas relacionadas con el control del apetito. Algunas de ellas solo se segregan durante el sueño, lo que explicaría la asociación detectada entre insomnio y obesidad.

Un nuevo campo de estudio abierto recientemente incluye el hecho de que "la flora intestinal, que parece depender de la dieta, es distinta en sujetos obesos de sujetos sanos y podría explicar parcialmente la inflamación del tejido graso asociada a la obesidad", ha apuntado la también profesora de Fisiología Médica en la Universidad del País Vasco.

Paralelamente, en su intervención también ha puesto el foco en las consecuencias psicológicas de la obesidad, "sobre todo en la infancia y las mujeres, donde se observa una discriminación social asociada al sobrepeso, mucho más en casos de obesidad".