Europa Press
08 may 2019. 14.14H
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MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

La Fundación Médicos Sin Fronteras (MSF) ha recibido una subvención de 1,1 millones de euros (1,3 millones de dólares) de Google para desarrollar una aplicación para teléfonos móviles que ayude a los médicos y técnicos de laboratorio a identificar y diagnosticar la resistencia a los antibióticos en entornos de bajos recursos.

Concretamente, la ayuda ha salido del concurso AI Impact Challenge, especialmente dirigido a organizaciones sin ánimo de lucro, académicos y empresas sociales de todo el mundo, que busca promocionar iniciativas que usen la inteligencia artificial por el bien de la humanidad. El principal requisito que debían cumplir todos los proyectos presentados es que ayudasen a abordar "algunos de los mayores problemas sociales, humanitarios y ambientales del mundo".

La aplicación, conocida como 'ASTapp', usará el procesamiento de imágenes y tecnología de inteligencia artificial para ayudar a que microbiólogos no expertos puedan interpretar las pruebas que miden la resistencia a los antibióticos. Esto ayudará a los médicos a decidir el mejor tratamiento y a garantizar que los pacientes reciban los antibióticos más adecuados.

La primera versión de la aplicación podría estar finalizada en un plazo de unos cuatro meses, pero antes de comenzar a promocionar el uso de la herramienta, el equipo desarrollador evaluará su rendimiento, lo cual demorará el proceso entre 8 y 12 meses más. Los desarrolladores también recopilarán cualquier problema relacionado con la aplicación y formarán a los trabajadores sanitarios de MSF para que la usen en sus distintos proyectos en todo el mundo. Se espera que el período total entre la fase de desarrollo actual y la ampliación completa sea de unos tres años.

El primer lugar donde se probará será en los laboratorios de MSF en Amman, capital de Jordania, y se espera que dichos ensayos tengan lugar durante el último trimestre de 2019. Tras este estudio inicial, la ASTapp se implementará progresivamente en otros laboratorios de MSF a lo largo de 2020, incluidos los laboratorios que la organización tiene en sus proyectos de Yemen, Liberia, Mali, Haití y la República Centroafricana.

Desde MSF recuerdan que la resistencia a los antibióticos (ABR, por sus siglas en inglés) ha sido reconocida como una amenaza internacional para la salud pública, y se prevé que sea la principal causa de muerte a nivel mundial en 50 años. Uno de los principales problemas que alimentan la resistencia a antibióticos es la dificultad para identificarla en algunas partes del mundo que carecen de laboratorios de diagnóstico o que no tienen personal capacitado para interpretar las pruebas de antibiogramas.

Estas pruebas determinan la susceptibilidad de las bacterias a los medicamentos antimicrobianos disponibles y tienen que ser interpretadas por microbiólogos, un perfil profesional que no es fácil encontrar en entornos de bajos recursos.

La aplicación también podría utilizarse para recopilar datos de resistencia a los antibióticos, lo cual serviría para apoyar los esfuerzos de vigilancia y monitoreo de la resistencia a antibióticos en todo el mundo, una de las principales prioridades de la Organización Mundial de la Salud, que está en estos momentos desarrolla el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS).

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