Europa Press
08 may 2019. 18.00H
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MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Los periodos de incertidumbre económica o recesión afectan a la situación emocional de la población, contribuyendo a un aumento de la tasa de suicidios, según una nueva investigación realizada por Adam Cox de la Universidad de Portsmouth y el profesor Alan Collins de la Nottingham Business School de la Nottingham Trent University en Inglaterra.

El estudio utilizó datos de los EEUU y tuvo en cuenta la crisis financiera de 2007 y la crisis financiera mundial para explorar el "sentimiento del consumidor", la reacción emocional y la forma en que las personas perciben que se desarrolla su situación económica, como por ejemplo esperar perder su empleo.

Los hallazgos revelaron que la tasa promedio de suicidio aumentó significativamente después de la crisis financiera para todos los grupos de edad y sexo, aunque el efecto fue más fuerte para las mujeres que para los hombres.

También hubo una correlación entre el Índice de Sentimiento del Consumidor (CSI, por sus siglas en inglés), una medida de las percepciones de los consumidores sobre su situación financiera y de la economía en general, y la tasa promedio de suicidio. Los resultados mostraron que una perspectiva del consumidor más positiva sobre las finanzas personales y la economía en general, según lo medido por el CSI, reduce la tasa.

"Nuestros resultados mostraron que el sentimiento del consumidor juega un papel significativamente mayor en la explicación de las variaciones de la tasa de suicidios en comparación con los indicadores económicos tradicionales, como las cifras de ingresos y desempleo", ha explicado Collins.

"Las personas tienen un presentimiento sobre cómo puede progresar su situación y los constantes anuncios negativos, la información y los medios de comunicación tienen un impacto en esto. Las creencias sobre el desempleo futuro también pueden ser exacerbadas por las redes sociales. Estos mensajes implacables deprimen el sentimiento del consumidor y aumentan el suicidio. Mientras que un aumento en el sentimiento del consumidor hace que la gente sea más optimista, lo que los disuade de involucrarse en comportamientos suicidas", ha añadido.

El estudio también evaluó el impacto de los gastos públicos y de salud del estado y no encontramos evidencia que sugiera que un aumento en el gasto reduzca el suicidio. "En conjunto, estos resultados plantean algunas dificultades. Preguntas para los responsables políticos, especialmente en el contexto de la justificación de los presupuestos de gastos de salud mental y la comunicación de la política económica que afecta a los consumidores", ha señalado Cox.

Según las principales conclusiones, el sentimiento más amplio del consumidor debe ser reconocido como una fuente de potenciales problemas de salud mental y las comunicaciones deben reflejar esto. "La calificación que rara vez se hace en tales comunicaciones es que todas las recesiones económicas son seguidas por crecimientos y que las recesiones pueden ser un buen momento para contemplar la capacitación y Oportunidades de educación en preparación para el ascenso", concluye.

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