MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) han identificado tres fenotipos clínicos de COVID-19, que reflejan poblaciones de pacientes con diferentes comorbilidades, complicaciones y resultados clínicos.
En este nuevo estudio, publicado en la revista 'PLOS ONE', los investigadores analizaron las historias clínicas electrónicas de 14 hospitales del medio oeste de Estados Unidos y de 60 clínicas de atención primaria del estado de Minnesota.
Se dispuso de datos de 7.538 pacientes con COVID-19 confirmada por PCR entre el 7 de marzo y el 25 de agosto de 2020; 1.022 de estos pacientes requirieron ingreso hospitalario y fueron incluidos en el estudio. Los datos de cada paciente incluyeron comorbilidades, medicamentos, valores de laboratorio, visitas clínicas, información de ingreso hospitalario y datos demográficos del paciente.
La mayoría de los pacientes incluidos en el estudio (613 pacientes, o el 60%) presentaban lo que los investigadores denominaron "fenotipo II". 236 pacientes (23,1 por ciento) presentaban el "fenotipo I", o el "fenotipo adverso", que se asoció con los peores resultados clínicos. Estos pacientes tenían el mayor nivel de comorbilidades hematológicas, renales y cardíacas.
Un total de 173 pacientes (16,9%) presentaban el "fenotipo III", o el "fenotipo favorable", que se asoció con los mejores resultados clínicos; sorprendentemente, a pesar de tener la tasa de complicaciones y mortalidad más baja, los pacientes de este grupo tenían la tasa más alta de comorbilidades respiratorias, así como un riesgo de reingreso hospitalario un 10 por ciento mayor en comparación con los otros fenotipos.
En general, los fenotipos I y II se asociaron con un aumento de 7,30 veces y 2,57 veces del riesgo de muerte en relación con el fenotipo III. Los autores concluyen que la atención médica específica para el fenotipo podría mejorar los resultados de la COVID-19, y sugieren que se necesitan investigaciones futuras para determinar la utilidad de estos hallazgos en la práctica clínica.
"Los pacientes no sufren la COVID-19 de manera uniforme. Al identificar grupos afectados de forma similar, no sólo mejoramos nuestra comprensión del proceso de la enfermedad, sino que esto nos permite dirigir con precisión futuras intervenciones a los pacientes de mayor riesgo", concluyen.