MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La aparición recurrente de orzuelos durante la edad infantil pueden ser un signo de defectos refractivos no diagnosticados, según ha advertido la especialista en Miranza IOA, Marina Rodríguez.
"Cuando un niño tiene que ajustar la apertura palpebral para ver y enfocar mejor, es decir, forzar la acomodación 'achinando' los ojos a causa de un defecto refractivo no diagnosticado y no tratado con corrección óptica, puede provocar que la grasa presente en los párpados y que se encarga de nutrir la lágrima que lubrica la superficie ocular, se acumule en el párpado, dando lugar a los molestos orzuelos", ha explicado Rodríguez.
Los orzuelos se presentan como un pequeño grano o bulto rojizo en la zona cercana a las pestañas, tanto en la cara externa como interna de los párpados, siendo en este segundo caso especialmente incómodos. Este tipo de inflamación aparece de forma repentina, causando hinchazón palpebral, sensación de arenilla en el ojo, escozor, exceso de lagrimeo e, incluso, dolor.
Precisamente, tal como explica la especialista, la principal causa del orzuelo, es que las glándulas de Meibomio, que se encuentran dentro del párpado y suministran esa grasa a la lágrima, en lugar de producir una grasa fluida y transparente, producen una densa que no puede salir a través del borde del párpado, causando una infección en la glándula de los ojos.
Además, este proceso puede ser el inicio de una disfunción de la glándula y, en un futuro, la causa de un ojo seco, entre otras patologías oculares. "Por ello, cuando los orzuelos no son esporádicos sino que aparecen varias veces en un período limitado de tiempo, es importante acudir al oftalmólogo para verificar la causa y prevenir la aparición de nuevas inflamaciones en el futuro", ha apuntado la especialista.
Según la oftalmóloga, "a pesar de que muchas personas acuden a la farmacia para tratar el orzuelo, o incluso lo intentan curar en casa, es fundamental acudir al oftalmólogo porque, a veces, además del orzuelo, hay una infección de todo el párpado que necesita un tratamiento extra que solo puede dar un especialista".
Asimismo, la disfunción de las glándulas de Meibomio y de la grasa que generan dando origen al orzuelo puede tener su origen en problemas cutáneos como el acné o la rosácea, así como en factores hormonales, cambios del estilo de vida, el uso frecuente del ordenador e, incluso, en época de pandemia, en el uso prolongado de la mascarilla, según indican algunos estudios.