MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El sexo determina la expresión clínica diferencial de las arritmias cardiacas, tal y como afirma la cardióloga de la unidad de arritmias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y miembro de la Sociedad Española del Corazón (SEC), la doctora Concepción Alonso Martín, detallando que "las mujeres tienen más síntomas que los hombres y son más atípicos".
El síntoma más frecuente tanto en hombres como en mujeres son las palpitaciones, pero la mujer presenta también fatiga, debilidad, sensación de falta de aire, falta de concentración, dolor de cabeza o sudoración. "Esto hace que con mayor frecuencia sean diagnosticadas como trastornos de ansiedad o problemas con la tensión arterial, retrasándose de esta forma el diagnóstico y el correcto tratamiento", detalla la experta.
Por otro lado, la presentación clínica de algunas arritmias en la mujer tiene clara relación con el ciclo hormonal, según la experta. "Debemos ser conscientes de que el ciclo ovárico, el embarazo y la menopausia suponen cambios hormonales que pueden modificar la frecuencia de determinadas arritmias", ha indicado la doctora Alonso.
Se sabe, por ejemplo, que la taquicardia intranodal es más frecuente en mujeres premenopáusicas, coincidiendo con la disminución del nivel de estrógenos y la taquicardia ventricuilar idiopática de origen en el tracto de salida del ventrículo derecho tiene una clara relación con el ciclo ovárico. Además, estos dos tipos de arritmias son más frecuentes en la mujer que en el hombre.
La arritmia cardiaca más frecuente en la población general es la fibrilación auricular. En España, los últimos datos indican que la prevalencia de la fibrilación auricular es mayor al 4 por ciento en pacientes mayores de 40 años.
Aunque la mayoría de estudios indican que es más frecuente en hombres en todos los grupos de edad, por encima de los 75 años la incidencia es igual en hombres y en mujeres. "Esto se debe a que la supervivencia de las mujeres es mayor a edades más avanzadas", detalla la cardióloga.
FIBRILACIÓN AURICULAR, MAYOR RIESGO DE MORTALIDAD EN LA MUJER
Respecto al pronóstico, algunos estudios han mostrado que la fibrilación auricular confiere mayor riesgo de mortalidad y embolia en la mujer. "Esto ha llevado a considerar el sexo femenino como factor independiente a la hora de establecer el riesgo embólico de los pacientes", explica Alonso, aunque añade que "en la actualidad se cuestiona si el riesgo viene dado por la arritmia en sí misma o por diferentes comorbilidades asociadas".
Las arritmias más frecuentes por las que se implanta un marcapasos en la mujer son la disfunción sinusal y la fibrilación auricular lenta. En el caso del hombre el marcapasos se implanta más frecuentemente por un bloqueo aurículo-ventricular avanzado.
Aunque las indicaciones más frecuentes para la implantación de marcapasos en hombres y mujeres sean diferentes, "el beneficio clínico derivado de estos dispositivos es similar en ambos sexos. Algunos estudios han reportado mayor tasa de complicaciones en mujeres, aunque este punto no ha sido confirmado en otros estudios. El menor tamaño corporal de la mujer se ha invocado para explicar la mayor tasa de complicaciones.
Lo que sí se sabe es que se implantan menos desfibriladores en mujeres que en hombres. "Ningún estudio randomizado en pacientes con desfibrilador ha incluido un número suficiente de mujeres para establecer si la terapia es igualmente beneficiosa en ambos sexos. Sin embargo, estudios 'post-hoc' han mostrado que el beneficio es similar en hombres y mujeres", detalla la experta.
Por otro lado, la terapia de resincronización cardiaca también se practica menos en mujeres aunque el beneficio clínico es superior en la mujer que en el hombre.
Así, la Asociación del Ritmo Cardiaco y la Sección de Estimulación Cardiaca de la SEC consideran necesario aumentar el conocimiento de las diferencias de sexo en los mecanismos fisiopatológicos que determinan las diferentes arritmias y la posible respuesta a terapias con el fin de mejorar el tratamiento de los pacientes.