MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio publicado en la revista 'American Journal of Pathology' ha encontrado que los niveles de la neuroproteína sortilina son más altos en las células cancerosas del páncreas que en las células normales del páncreas, lo que podría significar que puede ser un objetivo para el tratamiento de este tipo de tumores.
"Actualmente no existe una buena terapia para el cáncer de páncreas. Lo que necesitamos es una terapia dirigida que pueda frenar la rápida progresión de la enfermedad para dar más tiempo a que la quimioterapia y la radioterapia sean más eficaces", explica el investigador principal del trabajo, Hubert Hondermarck, de la Facultad de Ciencias Biomédicas y Farmacia y del Instituto de Investigación Médica Hunter de la Universidad de Newcastle (Australia).
La proteína de membrana neuronal sortilina está emergiendo como un actor clave en la regulación de la viabilidad y función neuronal, y hay cada vez más indicaciones de que está involucrada en la desregulación de la viabilidad de las células cancerosas. La sortilina está sobreexpresada en el cáncer de mama, pulmón y tiroides; puede promover la invasión de células cancerosas en el glioblastoma; y participa en la adhesión y metástasis de las células cancerosas en el cáncer colorrectal. Sin embargo, su expresión e impacto en el cáncer de páncreas no se conocía anteriormente.
En este estudio, los investigadores examinaron varias líneas celulares de cáncer de páncreas junto con las células epiteliales del conducto pancreático y establecieron que la expresión de sortilina era mayor en las células cancerosas. El aumento del nivel de sortilina en las células cancerosas del páncreas se confirmó mediante inmunohistoquímica en una serie de 99 adenocarcinomas pancreáticos humanos en comparación con 48 tejidos pancreáticos normales.
Además, se descubrió que la sortilina contribuía a la invasión del cáncer de páncreas 'in vitro' mediante el mantenimiento potencial de la vía de señalización de la cinasa de adhesión focal (FAK). Los investigadores también encontraron que los niveles de sortilina eran más altos en las mujeres con cáncer de páncreas en comparación con los hombres.
"Nuestro hallazgo de una mayor expresión de sortilina en las pacientes femeninas sugiere una posible regulación de la expresión del gen de la sortilina por parte de los receptores de estrógeno, pero se necesitan más análisis funcionales para confirmar esta hipótesis", señala el doctor Hondermarck.
El principal problema del cáncer de páncreas es la invasión local del tumor que lleva a la destrucción del páncreas, causando rápidamente la muerte. Este estudio demostró que la inhibición de la sortilina con medicamentos específicos o con inmunoterapia conduce a una fuerte disminución de la capacidad de invasión de las células del cáncer de páncreas.
Por lo tanto, el hecho de dirigirse específicamente a la sortilina es probable que complemente y mejore la eficacia de los tratamientos existentes. Sin embargo, no se encontró ninguna asociación estadísticamente significativa entre la expresión de la sortilina y la agresividad del cáncer de páncreas. Así, aunque la sortilina contribuye a la invasión de las células cancerosas del páncreas, es probable que no sea el único factor implicado.
"En conjunto, estos datos revelan que la sortilina contribuye a la invasión del cáncer de páncreas y es un objetivo terapéutico potencial. Este descubrimiento puede conducir al desarrollo de un tratamiento más eficiente contra la enfermedad", comenta Hondermarck.