MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento, con motivo del Día Mundial de la Hepatitis, para que se actúe "de manera unida" y se intensifique la acción para prevenir la transmisión del virus de la hepatitis B (VHB) de madre a hijo, una infección viral prevenible que ataca al hígado y se cobra la vida de casi 900.000 personas cada año.
En todo el mundo, más de 250 millones de personas viven con una infección crónica de VHB. Los bebés son especialmente vulnerables: alrededor del 90 por ciento de los niños infectados con hepatitis B en su primer año de vida se convierten en portadores crónicos.
"Nadie debería morir a causa de la hepatitis B en 2020: es un ejemplo clásico de una enfermedad que puede y debe prevenirse. Prevenir la transmisión de la hepatitis B de madre a hijo y en la primera infancia es la estrategia más importante para controlar la enfermedad y salvar vidas. Incluso en medio de la pandemia de COVID-19, debemos asegurarnos de que las madres y sus bebés tengan acceso a los servicios que salvan vidas, incluida la vacunación contra la hepatitis B", ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los bebés pueden ser protegidos del VHB a través de una vacuna segura y eficaz que proporciona más del 95 por ciento de protección contra la infección. La OMS recomienda que todos los lactantes reciban una primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B tan pronto como sea posible después del nacimiento, preferiblemente dentro de las primeras 24 horas, seguida de al menos 2 dosis adicionales.
Según las últimas estimaciones de prevalencia de la OMS, la proporción de niños menores de cinco años infectados crónicamente por el VHB se redujo a poco menos del 1 por ciento en 2019, en comparación con el 5 por ciento de la era anterior a la vacunación, que iba de la década de 1980 a principios de la de 2000. Esto marca el logro del objetivo de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud para las Hepatitis Virales de alcanzar una prevalencia inferior al 1 por ciento de las infecciones por el VHB en niños de cinco años de edad para 2020.
En 2018, la cobertura de 3 dosis de la vacuna contra la hepatitis B durante la infancia alcanzó el 84 por ciento en todo el mundo, frente a alrededor del 30 por ciento en 2000. Sin embargo, advierten de que el acceso a la primera dosis crítica dentro de las 24 horas del nacimiento "sigue siendo desigual". La cobertura mundial de esta dosis al nacer es del 42 por ciento, pero desciende al 33 por ciento en el Mediterráneo Oriental y solo al 4 por ciento en África.
"Ampliar el acceso a una dosis oportuna de la vacuna contra la hepatitis B en el momento del nacimiento es la piedra angular de los esfuerzos para prevenir la transmisión del VHB de madre a hijo. Para regiones como el África subsahariana, con escaso acceso a la vacuna, la prioridad es aumentar la cobertura de una dosis oportuna al nacer", ha apuntado la directora de los Programas Mundiales del VIH, la Hepatitis y las infecciones de transmisión sexual (ITS), Meg Doherty.
Otra forma de proteger a los niños es proporcionar a las mujeres embarazadas un tratamiento antiviral para reducir la transmisión del VHB de madre a hijo. La OMS ya recomienda que todas las mujeres embarazadas se sometan a pruebas de rutina para detectar el VHB, así como el VIH y la sífilis, lo antes posible durante el embarazo.
"Detener la transmisión vertical del VHB es un pilar fundamental de la iniciativa mundial de 'triple eliminación', que trata de eliminar la transmisión de madre a hijo de tres infecciones que prevalecen en los países de ingresos bajos y medios: el VIH, la sífilis y el virus de la hepatitis B", ha añadido Doherty.
Según un nuevo estudio de modelización realizado por el Imperial College de Londres (Reino Unido, en colaboración con la OMS, las perturbaciones del programa de vacunación contra la hepatitis B debidas a la pandemia podrían tener "graves repercusiones" en los esfuerzos por alcanzar los objetivos de la estrategia mundial.
En la peor de las hipótesis, con altos niveles de perturbación tanto de la dosis al nacer como de la inmunización infantil contra el VHB (en un 60 y un 20 por ciento durante un año, respectivamente), así como un retraso y una lenta recuperación en la ampliación del programa de vacunación hacia los objetivos previstos por la OMS para 2030 en el período posterior a COVID-19, se prevé que se produzcan 5,3 millones de infecciones crónicas adicionales por el VHB entre los niños nacidos entre 2020 y 2030 y un millón de muertes adicionales relacionadas con el VHB entre esos niños más adelante.