Europa Press
27 feb 2020. 10.29H
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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un plan para mejorar, en los próximos cuatro años, el acceso a las transfusiones de sangre por parte de los sistemas sanitarios de todo el mundo y a las terapias sanguíneas.

Y es que, tal y como ha recordado el organismo de Naciones Unidas, la disponibilidad de sangre ayuda a salvar vidas en todo tipo de circunstancias y, especialmente, en situaciones de emergencia y de epidemias.

"La transfusión de sangre y los productos sanguíneos son críticos para el parto tanto para la madre como para el bebé; la supervivencia y la calidad de vida de pacientes que padecen afecciones potencialmente mortales, como hemofilia, talasemia, inmunodeficiencia y cáncer; para el tratamiento de lesiones graves; y para la realización de procedimientos médicos y quirúrgicos", ha dicho la OMS.

Sin embargo, tal y como ha recordado, el progreso en la seguridad y disponibilidad de la sangre ha sido lento en muchas partes del mundo, lo que pone en riesgo la seguridad de los pacientes y ejerce una presión indebida sobre los trabajadores de la salud. De hecho, de los aproximadamente 118 millones de donaciones de sangre recolectadas en todo el mundo, el 42 por ciento se obtiene en países de altos ingresos, donde reside el 16 por ciento de la población mundial.

Además, uno de cada cuatro países de bajos ingresos no analiza toda la sangre donada, mientras que el 54 por ciento de los países no tiene sistemas de vigilancia para asegurar la cadena de suministro del donante de sangre al paciente.

Para abordar estos problemas, la OMS ha establecido seis objetivos clave para todos los países: la puesta en marcha de sistemas sanguíneos nacionales adecuadamente estructurados, bien coordinados y con recursos sostenibles; fomentar la capacidad reguladora para garantizar la calidad y seguridad de la sangre; establecer el funcionamiento y servicios de sangre gestionados eficientemente; implementar de manera efectiva el manejo de la sangre del paciente para optimizar las prácticas de transfusión; realizar una vigilancia efectiva, hemovigilancia y farmacovigilancia, respaldada por sistemas completos y precisos de recolección de datos; y fomentar la colaboración e intercambio de información entre asociaciones para abordar conjuntamente desafíos y amenazas emergentes a nivel mundial, regional y nacional.

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