Europa Press
02 mar 2021. 10.40H
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MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

La Organización Mundial de la Salud ha publicado un informe en el que alerta de que casi 2.500 millones de personas en todo el mundo, o 1 de cada 4 personas, vivirán con algún grado de pérdida auditiva en el año 2050 y que, además, al menos 700 millones de estas personas necesitarán acceso a atención auditiva y otros servicios de rehabilitación.

"La pérdida de audición no tratada puede tener un impacto devastador en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. También puede afectar la salud mental de las personas y su capacidad para mantener relaciones. Este nuevo informe describe la escala del problema, pero también ofrece soluciones en forma de intervenciones basadas en evidencia que alentamos a todos los países a integrar en sus sistemas de salud como parte de su camino hacia la cobertura universal de salud", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El informe, presentado con motivo del Día Mundial de la Audición, que se celebra este miércoles 3 de marzo, subraya la necesidad de intensificar rápidamente los esfuerzos para prevenir y abordar la pérdida auditiva mediante la inversión y la ampliación del acceso a los servicios de atención auditiva y auditiva.

En concreto, el trabajo pone de manifiesto que la falta de información "precisa" y las actitudes "estigmatizantes" hacia las enfermedades del oído y la pérdida auditiva a menudo limitan el acceso de las personas a la atención para estas afecciones. De hecho, incluso entre los profesionales sanitarios, a menudo existe una escasez de conocimientos sobre la prevención, la identificación temprana y el manejo de la pérdida de audición y las enfermedades del oído, lo que dificulta su capacidad para brindar la atención requerida.

En la mayoría de los países, la atención de los oídos y la audición aún no está integrada en los sistemas nacionales de salud y el acceso a los servicios de atención es un desafío para las personas con enfermedades del oído y pérdida auditiva. Además, el sistema de información sanitaria "carece de indicadores relevantes" sobre este problema.

Sin embargo, la OMS alerta de que la brecha "más evidente" en la capacidad del sistema de salud se encuentra en los recursos humanos. Entre los países de bajos ingresos, alrededor del 78 por ciento tiene menos de un especialista en oído, nariz y garganta (ORL) por millón de habitantes; el 93 por ciento tiene menos de un audiólogo por millón; solo el 17 por ciento tiene uno o más logopedas por millón; y el 50 por ciento tiene uno o más maestros para sordos por millón.

Esta brecha, a juicio del organismo, se puede cerrar mediante la integración de la atención del oído y la audición en la Atención Primaria mediante estrategias como el intercambio de tareas y la capacitación, que se describen en el informe.

"Incluso en países con proporciones relativamente altas de profesionales de la audición y el oído, existe una distribución desigual de especialistas. Esto no solo plantea desafíos para las personas que necesitan atención, sino que también impone demandas irrazonables a los cuadros que brindan estos servicios", enfatiza la OMS en el informe.

PRINCIPALES CAUSAS DE HIPOACUSIA

En los niños, casi el 60 por ciento de la pérdida auditiva se puede prevenir mediante medidas como la inmunización para la prevención de la rubéola y la meningitis, la mejora de la atención materna y neonatal y la detección y el tratamiento temprano de la otitis media, enfermedades inflamatorias del oído medio.

En los adultos, el control del ruido, la escucha segura y la vigilancia de los medicamentos ototóxicos, junto con una buena higiene del oído, pueden ayudar a mantener una buena audición y reducir la posibilidad de pérdida auditiva.

La identificación es el primer paso para abordar la pérdida auditiva y las enfermedades relacionadas con el oído. En este sentido, el cribado clínico en puntos estratégicos de la vida garantiza que cualquier pérdida de audición y enfermedades del oído puedan identificarse lo antes posible.

Los avances tecnológicos recientes, que incluyen herramientas precisas y fáciles de usar, pueden identificar enfermedades del oído y pérdida de audición a cualquier edad, en entornos clínicos o comunitarios, y con capacitación y recursos limitados.

"La detección puede incluso tener lugar en situaciones desafiantes como las que se encontraron durante la pandemia de COVID-19 y las personas que viven en áreas desatendidas y remotas del mundo", recalca el organismo de Naciones Unidas.

Una vez diagnosticado, la intervención temprana es clave. El tratamiento médico y quirúrgico puede curar la mayoría de las enfermedades del oído y potencialmente revertir la pérdida auditiva asociada. Sin embargo, cuando la pérdida auditiva es irreversible, la rehabilitación puede garantizar que los afectados eviten las consecuencias adversas de la pérdida auditiva.

"La tecnología de la audición, como los audífonos y los implantes cocleares, cuando se acompaña de servicios de apoyo adecuados y terapia de rehabilitación es eficaz y rentable y puede beneficiar tanto a los niños como a los adultos", asevera la OMS, tras señalar que el uso de la lengua de signos y otros medios de sustitución sensorial, como la lectura del habla, son opciones importantes para muchas personas sordas.

"Para garantizar que los beneficios de estos avances y soluciones tecnológicos sean accesibles de manera equitativa para todos, los países deben adoptar un enfoque integrado centrado en las personas. La integración de las intervenciones de atención auditiva y auditiva dentro de los planes nacionales de salud y su prestación a través de sistemas de salud fortalecidos, como parte de la cobertura de salud universal, es esencial para satisfacer las necesidades de las personas que corren el riesgo de tener pérdida auditiva o que viven con ella", ha zanjado el director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Bente Mikkelsen.

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