Europa Press
22 may 2019. 13.37H
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MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

Las funciones que marcan las diferentes legislaciones vigentes de los MIR y de sus tutores se suelen sobre pasar en la práctica clínica debido, en muchas ocasiones, a la falta de conocimiento de las mismas, según se desprende de la segunda edición del libro 'Responsabilidad de médicos especialistas, tutores y residentes', editado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), en colaboración con la Fundación Mutual Médica.

Precisamente por ello, en el trabajo, escrito por el pediatra del Hospital Clínico San Cecilio de Granada, Francisco Moreno Madrid, se ofrece una serie de pautas para afrontar situaciones frecuentes y otras que puedan ser conflictivas en la práctica clínica diaria de estos profesionales, a partir de los derechos, deberes y responsabilidades adquiridas por cada uno de ellos.

"Este libro permite que los MIR conozcan mejor la normativa vigente y que los tutores sepan cuál es su responsabilidad, asegurando así la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes", ha dicho la representante nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo del CGCOM, Alicia Córdoba.

Y es que, según el doctor Moreno Madrid refleja en el libro, a pesar de los esfuerzos realizados por la normativa legal y la doctrina jurisprudencial, es "difícil y complejo" que una norma pueda determinar el momento exacto en el que un residente puede hacer un determinado acto médico de forma autónoma.

Además, el experto destaca la importancia que tiene conocer bien la normativa legal que regula la etapa de residencia y el programa de la correspondiente especialidad, dado que suele usarse como medio de prueba para documentar el grado de autonomía del residente. Por ello, considera que para conocer a fondo la responsabilidad del MIR y de su tutor es fundamental saber previamente sus derechos.

En este sentido, el trabajo recuerda que el médico residente no debe realizar ningún acto médico sobre el que no se sienta preparado, aunque legalmente pueda hacerlo, y que si se extralimita de sus funciones y actúa sin supervisión, vigilancia, dirección o asistencia del correspondiente especialista, y se produce una lesión o daño, está incurriendo en una responsabilidad.

"Cuando un MIR se extralimita de sus funciones se suele alegar a la urgencia que requería el proceso, pero la jurisprudencia no suele tener en cuenta esto", ha dicho el doctor Moreno Madrid, para comentar la principal causa de este extralimitación es la falta de supervisión por parte de los tutores.

Al mismo tiempo, en el libro se recomienda dejar siempre constancia de la supervisión en la historia clínica del paciente, y se señala que cuando el MIR actúa dentro de sus funciones, o siguiendo los protocolos correspondientes, o se le puede exigir responsabilidad, aunque se haya producido un daño. De hecho, cualquier actuación médica que haya sido supervisada, desplaza la responsabilidad del médico residente.

El MIR tiene también la obligación de identificarse como tal, puesto que es un derecho del paciente conocer qué residentes intervienen en el proceso asistencial. Además, la supervisión exigible para el MIR no puede identificarse con la supervisión directa de todos los actos médicos, salvo para residentes de primer año.

RESPONSABILIDADES DE LOS TUTORES

Respecto a los tutores, el trabajo recuerda que es su responsabilidad hacer compatible el derecho a la información de los pacientes con el fin de que el MIR consiga su capacitación para el ejercicio autónomo de la profesión. Además, el incumplimiento del deber de supervisión por los médicos especialistas se considera como una falta grave, dado que infringe las normas reguladoras del funcionamiento de los servicios.

"La responsabilidad de los especialistas con los residentes es de todos y no solo de los tutores", ha apostillado el autor del libro, para avisar de que los centros sanitarios deben garantizar la existencia de condiciones organizativas que garanticen la supervisión de las actuaciones del R1 por especialistas de la unidad asistencial.

Por otro lado, a lo largo del trabajo se indica que para que la tutoría pueda ser valorada como mérito, se requiere un nombramiento específico por el órgano directivo de la entidad titular de la unidad docente y realizar funciones específicas de tutor.

"Los tutores nos quejamos de que nos falta reconocimiento, tiempo para hacer nuestra labor y mejorar nuestra formación porque no es la adecuada, si bien este libro es una herramienta que nos servirá para poder formarnos mejor", ha zanjado el representante nacional de Médicos Tutores y Docentes del CGCOM, Francesc Feliu.

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