Europa Press
18 sep 2020. 16.45H
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MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

La enfermedad de Alzheimer constituye el principal reto ante los primeros "despistes" y para el profesional es básico su diagnóstico temprano, advierte la doctora Rebeca Fernández Rodríguez, neuróloga del Hospital La Luz, con motivo el próximo lunes, 21 de septiembre, del Día Mundial del Alzheimer.

Tal y como explica, el síntoma principal es el desarrollo gradual de la pérdida de memoria. "Repetición de preguntas, olvidar la lista de la compra, olvido de citas y pérdida de objetos en casa. A menudo progresa con cambios en la escritura, en la construcción del lenguaje, el no reconocer hechos recientes y desorientación en la calle, lo que se denomina déficit amnésicos, afásicos, agnósicos y apráxicos", señala.

"Es una enfermedad con una manifestación heterogénea de inicio en edad senil pero que muchas veces no sigue el patrón clásico, sino que tiene una presentación atípica", añade la experta, quien recuerda que los fallos de memoria y la pérdida de independencia son uno de los principales motivos por los que el paciente acude a nuestra consulta.

"Pierdo las gafas, las llaves a pesar de dejarlas en el mismo sitio, tenía un alto cargo y ahora al jubilarse cualquier tarea básica le produce un desasosiego importante; lo vemos poco seguro al conducir; al atardecer lo vemos nervioso, nos mira como si no nos conociera", son unas de las principales expresiones del paciente y causas para solicitar una valoración neurológica.

DETECCIÓN CLÍNICA DE LA ENFERMEDAD

De acuerdo a la neuróloga, "la acumulación anómala del péptido beta amiloide en regiones cerebrales y aumento en líquido cefalorraquídeo de niveles de proteína tau, son los biomarcadores analizados que se correlacionan con los cambios neuropatológicos típicos de la enfermedad. "En la consulta rutinaria realizamos pruebas de neuroimagen para ver la estructura y funcionalidad cerebral. Dentro de las pruebas de imagen destacamos las técnicas de neuroimagen molecular como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía por emisión de fotón único (SPECT), especialmente útiles en ausencia de alteraciones estructurales en resonancia magnética (RM)", explica.

"Una vez establecido el diagnostico probable -continua la neuróloga -, y descartando otras causas que puedan causar demencia, debe informarse al paciente y a su familia. La enfermedad de Alzheimer genera grave impacto no sólo a quienes padecen la enfermedad, sino también a sus familiares y cuidadores", añade.

Respecto al tratamiento, como comenta Rebeca Fernández, se destaca el papel esencial del péptido beta amiloide (principal constituyente de las placas seniles que se acumulan en el cerebro de los enfermos de Alzheimer) para poder revertir el curso de la enfermedad y poder detectar al paciente en fases preclínicas de la enfermedad y modificar el curso de la misma.

El Alzheimer es una enfermedad progresiva que afecta a la memoria, a otras capacidades cognitivas y al comportamiento y que interfiere en la capacidad de las personas para llevar a cabo las actividades cotidianas. Por este motivo, la experta recuerda que requiere de un acompañamiento médico, social y legal en este duro proceso del que todavía tenemos mucho que aprender.

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