MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pertenecientes al Centro de Investigación en Red para Enfermedades Raras (CIBERER), en colaboración con otros tres grupos internacionales, han probado por primera vez la administración de hormonas tiroideas por vía intranasal para tratar el síndrome de Allan-Herndon-Dudley en animales modelo de la enfermedad. Esta vía de administración supone una ruta directa al cerebro, evitando el paso a través de la barrera hematoencefálica.
El síndrome de Allan-Herndon-Dudley es una enfermedad rara causada por mutaciones en un transportador de hormonas tiroideas denominado MCT8. Los pacientes de esta enfermedad presentan un grave retraso del desarrollo, grave discapacidad intelectual con falta de lenguaje y graves trastornos del movimiento.
Los problemas neurológicos son causados por una falta de entrada de hormonas tiroideas (T4 y T3) al cerebro (hipotiroidismo cerebral), ya que el transportador MCT8 se expresa abundantemente en la barrera hematoencefálica, de modo que las mutaciones que inactivan esta proteína suponen un impedimento para que las hormonas tiroideas puedan atravesar esta barrera y llegar al cerebro. Al mismo tiempo, la T3 se acumula en otros tejidos (hipertiroidismo periférico) dando lugar también a importantes alteraciones musculares y metabólicas.
En el estudio, los ratones deficientes del transportador MCT8 fueron tratados con diferentes formulaciones de hormonas tiroideas, con el objetivo de hacerlas llegar directamente al cerebro y comprobar su eficacia. Con las formulaciones administradas, la hormona T3 se distribuye preferentemente por el torrente sanguíneo, empeorando la situación de hipotiroidismo periférico presente en estos animales.
"Este estudio es por tanto una primera aproximación en la línea de investigación dirigida al establecimiento de una formulación adecuada que permita la acumulación de hormonas tiroideas en el interior del cerebro, sin empeorar la situación de hipertiroidismo periférico que caracteriza a esta enfermedad", declaran los autores.
HACIA UNA ESTRATEGIA TERAPÉUTICA
En la actualidad no existe ningún tratamiento que sea capaz de mejorar las alteraciones neurológicas de los pacientes con síndrome de Allan-Herndon-Dudley. El grupo autor del trabajo, liderado por la Dra. Ana Guadaño, está centrado en el estudio de diferentes estrategias terapéuticas (en animales deficientes del transportador MCT8 como modelo de la enfermedad) con el objetivo de encontrar un potencial tratamiento para los pacientes de esta enfermedad rara.
El equipo publicó recientemente otro trabajo en el que también usaba una vía de administración alternativa, a través del ventrículo cerebral, con el mismo objetivo de evitar el paso a través de la barrera hematoencefálica.
"Los resultados obtenidos en estos trabajos aportan datos valiosos para seguir trabajando en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a lograr un efecto directo en el cerebro de estos pacientes que sufren graves daños neurológicos desde edades muy tempranas y para los cuales no existe ninguna medida eficaz en la actualidad", concluyen los autores.