MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad George Mason (Estados Unidos) han identificado un indicador medible que podría ser fundamental en la lucha contra el VIH. Su investigación se centra en la cofilina, una proteína clave que regula las células para movilizarse y luchar contra la infección.
De acuerdo con este estudio, publicado en la revista 'Science Advances', en un paciente infectado por el VIH, la disfunción de la cofilina es un factor clave en los defectos de las células T. Las células T aumentan la respuesta inmunitaria del cuerpo al reconocer la presencia de un antígeno extraño y luego ayudan al sistema inmune a generar una respuesta.
"Cuando tienes una infección, necesitas movilizar las células T. En la infección por VIH, se produce un profundo agotamiento de las células T auxiliares en los tejidos linfoides, como los de la tripa", explica el investigador que ha liderado este trabajo, Yuntao Wu.
La terapia antirretroviral ha aumentado significativamente la vida útil de las personas infectadas por el VIH, aunque no ofrece una cura ni una restauración completa del sistema inmune. El curso natural de la infección por VIH conduce a múltiples defectos inmunitarios, incluido el deterioro de la migración de las células T.
Ahora, Wu y su equipo han revelado que los pacientes con VIH tienen niveles "significativamente más bajos" de fosforilación de la cofilina, que proporciona un control de la actividad de la cofilina con la adición de un fosfato. La fosforilación de la cofilina es necesaria para que las células entren y salgan de los tejidos.
Sus hallazgos sugieren que no es probable que un control inmunitario duradero contra el VIH provenga solo de la terapia antirretroviral, porque no es suficiente para reparar el daño causado por la cofilina y para restaurar la migración normal de las células T dentro y fuera de los tejidos.
Sin embargo, los investigadores han descubierto que, al estimular las células T con terapias adicionales, como el anticuerpo de integrina a4B7, podrían modular los niveles de actividad de la cofilina necesarios para restaurar la movilidad de las células T. Esta solución ha mostrado efectos duraderos en el control inmunológico del virus de inmunodeficiencia simia (VIS), la forma simia del virus del sida, en un ensayo con monos, pero no ha mostrado los mismos resultados en pacientes humanos infectados con VIH.