Europa Press
09 abr 2019. 18.28H
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MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

Una especie común de alga marina, 'Laminaria ochroleuca', es una rica fuente de bacterias con actividades antimicrobianas y anticancerígenas, que podrían utilizarse potencialmente como nuevos fármacos, según ha demostrado un estudio del Centro de Investigación Marina y Medioambiental de Portugal (CIIMAR, por sus siglas en portugués).

Los compuestos defensivos producidos por los microbios son una fuente importante de antibióticos y otros medicamentos importantes. Pero con los bichos resistentes apareciendo más rápido que los aliados potenciales, los investigadores están llevando a cabo su búsqueda de candidatos a fármacos en el extranjero.

Casi un siglo después de que Fleming descubriera la penicilina en un moho extraviado, los científicos continúan buscando nuevos antibióticos y otros medicamentos en los microbios. Hasta la fecha, nadie ha dado más generosamente que las actinobacterias: una familia de bacterias que viven en el suelo y en el fondo del mar y que se creen hongos.

"Cerca de la mitad de los más de 20.000 candidatos a fármacos derivados de microbios que se conocen actualmente provienen de actinobacterias. Ahora, el suministro de nuevas especies en tierra, donde forman esporas y redes ramificadas como un hongo, está empezando a agotarse", explica María de Fátima Carvalho, la autora principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Frontiers in Microbiology'.

Pero las Actinobacterias marinas relativamente poco exploradas pueden ser una fuente aún más rica de moléculas microbianas bioactivas. "Ya se conocen varias pistas novedosas de medicamentos derivados de Actinobacterias marinas, como el agente anticanceroso salinosporamida A, actualmente en ensayos clínicos, y varios antibióticos nuevos que son efectivos contra infecciones resistentes a los medicamentos como la infección por 'Staphylococcus aureus' resistente a la meticilina y la tuberculosis", comenta la científica.

Las actinobacterias, que se encuentran principalmente en los sedimentos del fondo marino, también pueden vivir en el interior de otros organismos que viven y se alimentan allí, como las algas marrones (algas marinas). "El alga marrón 'Laminaria ochroleuca' forma estructuras complejas llamadas bosques de algas, que se encuentran entre los ecosistemas más diversos y productivos del mundo. Pero hasta ahora, nadie había caracterizado a las actinobacterias que viven dentro de 'L. ochroleuca'", comenta Carvalho.

En otras especies de algas marinas, se sabe que las actinobacterias proporcionan compuestos protectores a cambio de nutrientes, que podrían ser una fuente de nuevos fármacos candidatos. El equipo de Carvalho analizó una muestra de 'L. ochroleuca' de una costa rocosa del norte de Portugal. Después de seis semanas de cultivo en el laboratorio, aislaron 90 cepas de actinobacterias de la muestra. Los extractos de fueron examinados para detectar actividad antimicrobiana y anticancerosa. Así, descubrireon que 45 de los extractos inhiben el crecimiento de 'Candida albicans', 'Staphylococcus aureus' o ambos.

Algunos extractos eran activos contra estos patógenos comunes incluso en concentraciones extremadamente bajas, lo que los convertía en candidatos prometedores para el desarrollo de fármacos antimicrobianos. Varios también mostraron actividad anticancerosa selectiva. Siete inhibieron el crecimiento de cánceres de mama y, particularmente, de células nerviosas, sin efectos sobre las no células no cancerosas.

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