MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Tratar y erradicar el virus de la hepatitis C (VHC) en personas también infectadas por VIH no produce cambios significativos en la densidad mineral ósea a medio plazo, ha concluido un estudio multicéntrico realizado por expertos del grupo de estudio del sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (GeSIDA).
El estudio, coordinado por los doctores del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y La Paz, en Madrid, Juan Berenguer y Juan González-García, respectivamente, ha sido presentado en la 'Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections' en Seattle (Estados Unidos).
La investigación sugiere asimismo que el exceso de osteoporosis y fracturas encontrado en pacientes coinfectados por el hepatitis C y VIH en comparación con pacientes infectados únicamente por VIH se deben probablemente a diferencias en hábitos de vida y factores nutricionales entre ambas poblaciones y no a un efecto directo propio de la hepatitis sobre el hueso.
La cirrosis hepática predispone a padecer osteoporosis, una patología que hace que los huesos sean más frágiles y se fracturen con más facilidad, pero se desconocía con certeza si la infección crónica por hepatitis C por sí misma favorece el desarrollo de la enfermedad.
"En algunos estudios retrospectivos se ha observado que las personas coinfectadas por el VIH y el VHC tienen más riesgo de osteoporosis y de fracturas que las personas infectadas únicamente por el VIH. El mecanismo no se comprende bien y podría deberse tanto a la mayor frecuencia de cirrosis entre las personas coinfectadas por VIH/VHC que en aquellas infectadas únicamente por VIH como a un efecto directo del propio VHC sobre el hueso", ha explicado el doctor Berenguer.
Sin embargo, "es muy posible que esta asociación entre la infección por VHC y la osteoporosis sea espuria y no tenga nada que ver con el VHC, dado que algunos hábitos de vida y factores nutricionales que pueden favorecer la osteoporosis son más frecuentes en personas con hepatitis crónica C que con personas sin hepatitis crónica C", ha agregado el experto.
PACIENTES RECLUTADOS
El estudio ha incluido a 160 pacientes coinfectados por VIH/VHC que iniciaron un tratamiento frente al segundo en 13 centros de diferentes comunidades autónomas de España entre 2012 y 2014. Un 74 por ciento eran de sexo masculino, con una edad media de 49 años. De éstos, el 74 por ciento refería haber consumido drogas inyectadas en algún momento de su vida; el 46 por ciento tenía cirrosis hepática; el 68 por ciento eran fumadores y sólo el 3 por ciento refería un consumo elevado de alcohol en el momento de ser incluido en el estudio.
El tratamiento de la hepatitis C se basó en el 79 por ciento en pautas de interferón y en pautas con fármacos orales libres de interferón en el 21 por ciento. Un total de 102 pacientes, un 64 por ciento, lograron una respuesta viral sostenida equivalente a la curación de la hepatitis C.
Al comienzo del tratamiento de la hepatitis C no se encontraron diferencias entre respondedores y no respondedores en ninguna característica sociodemográfica, peso, tabaquismo o consumo de sustancias y tampoco en la densidad mineral ósea de la columna lumbar o cuello femoral ni en la distribución de las diferentes categorías, ya sea normal, osteopenia u osteoporosis.
Tampoco se encontraron diferencias en los cambios de densidad mineral ósea desde el inicio del tratamiento hasta el segundo año de iniciado éste ni en la columna lumbar ni en el cuello femoral entre respondedores y no respondedores.
Finalmente, no hubo diferencias en la proporción de pacientes con cambios en las categorías de densidad mineral ósea desde el inicio del tratamiento hasta el segundo año después de su inicio ni en la columna lumbar ni en el cuello femoral.