MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha demostrado que el receptor del ácido retinoico beta actúa como protector frente a la citotoxicidad inducida por cisplatino en células tubulares renales.
Se trata de un fármaco quimioterapéutico de gran eficacia, cuya aplicación clínica está limitada por la inducción de nefrotoxicidad, algo que afecta a un tercio de los pacientes y conlleva la interrupción del tratamiento.
El cisplatino es absorbido por las células tubulares proximales (CTP) de la nefrona, se acumula en el interior en altas dosis e induce su muerte. Los mecanismos que provocan esta nefrotoxicidad son multifactoriales, entre otros: aumento de radicales libres, activación de caspasas e inducción de inflamación.
En concreto, los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Biochimica et Biophysica Acta (BBA)-Molecular Cell Research', han demostrado que el incremento de prostaglandina E 2 intracelular (iPGE 2), uno de los principales mediadores inflamatorios, a través del transportador de prostaglandinas PGT, media la citotoxicidad inducida por cisplatino.
"En el trabajo analizamos el efecto del inhibidor de PGT 4,4'-Diisotiocinatoestilbeno- 2,2'-disulfonato (DIDS) sobre la muerte celular inducida por cisplatino. Para ello, utilizamos la línea celular HK-2, representativa de CTP humanas, demostrando que DIDS previno la muerte inducida por cisplatino, pero sorprendentemente no disminuyó el incremento de iPGE 2 inducido por cisplatino. Dado que iPGE 2 induce la expresión del receptor del ácido retinoico beta (RAR-beta), decidimos analizar su posible implicación en el efecto protector de DIDS", han explicado los expertos.
ACCIÓN PROTECTORA DEL DIDS
De hecho, prosigue, observaron como este receptor tenía un papel fundamental en la acción protectora del DIDS, y que su sobreexpresión protegía a las CTP de la acción letal del cisplatino, sin afectar a los efectos antitumorales del fármaco.
La prostaglandina E 2 (PGE 2) se sintetiza a partir de los fosfolípidos de membrana, a través de la acción de las ciclooxigenasas, las enzimas diana de todos los antinflamatorios. Una vez sintetizada, sale al exterior celular para realizar sus funciones biológicas (inflamación, regulación de la temperatura, el sueño, entre otras), y para ello tiene que interactuar con sus receptores EP de membrana.
Dada la alta actividad de PGE 2 , es necesario que sea degradada rápidamente para detener su acción. Para ello, PGE 2 es transportada al interior celular a través del PGT (iPGE 2), donde es oxidada a un metabolito no activo.
"En un trabajo anterior, nuestro grupo ya había demostrado que no toda iPGE 2 es degradada, sino que existían receptores EP intracelulares funcionalmente activos, que activaban otras rutas de señalización diferentes a las activadas por los EP de membrana asociadas a funciones patológicas. Es por ello que las aproximaciones con las que estamos trabajando actualmente se basan en modular los niveles de PGE 2 intracelulares a través a través de compuestos como DIDS, aunque en este caso los resultados han sido inesperados, pero muy interesantes y aplicables en el futuro", han zanjado los autores.