MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Un grupo de científicos de la Universidad de Virginia (UVA) (Estados Unidos) ha descubierto un método prometedor para retrasar el envejecimiento desintoxicando el organismo de glicerol y gliceraldehído, subproductos nocivos de la grasa que se acumulan de forma natural con el paso del tiempo.
Los nuevos hallazgos, que han sido publicados en la revista 'Current Biology', proceden de la investigadora de la UVA, la doctora Eyleen Jorgelina O'Rourke, y su equipo, que tratan de identificar los mecanismos que impulsan el envejecimiento saludable y la longevidad. Su nuevo trabajo sugiere una forma potencial de hacerlo reduciendo los efectos perjudiciales para la salud del glicerol y el gliceraldehído.
"La clave para activar este mecanismo de longevidad es la activación de dos enzimas muy estudiadas por su papel en la desintoxicación del etanol. Este conocimiento existente facilita enormemente nuestra búsqueda de fármacos que puedan activar específicamente este proceso antienvejecimiento", afirma la doctora O'Rourke.
Los investigadores recurrieron a unos gusanos microscópicos llamados 'C. elegans'. Estos habitantes del suelo comparten más del 70 por ciento de los genes humanos y son una herramienta inestimable para la investigación biomédica.
Investigaciones previas sobre el envejecimiento en gusanos, ratones y células humanas hicieron sospechar a O'Rourke y a otros especialistas que la clave para alargar la vida era activar la autofagia, un proceso que renueva las partes rotas y viejas de las células. Pero O'Rourke y sus colaboradores se sorprendieron al descubrir que no era necesario ya que, mejoraron la salud y la esperanza de vida de los gusanos en un 50 por ciento sin aumentar en absoluto la autofagia.
Para ello aprovecharon un mecanismo que descubrieron y bautizaron como AMAR, palabra sánscrita que significa inmortalidad. AMAR, en este caso, significa "Respuesta antienvejecimiento mediada por alcohol y aldehído deshidrogenasa". En pocas palabras, los científicos descubrieron que podían provocar una respuesta antienvejecimiento estimulando un gen concreto, el adh-1. Al hacerlo, se provocaba que el gen se convirtiera en una sustancia antienvejecimiento. De este modo, el gen producía más cantidad de una enzima, la alcohol deshidrogenasa, que evitaba la toxicidad causada por el glicerol e, indirectamente, por el gliceraldehído. El resultado fue que los gusanos vivieron más tiempo y con mejor salud.
Los resultados obtenidos en modelos de laboratorio como gusanos y ratones no siempre son válidos para las personas. Por este motivo, los investigadores dieron varios pasos más para comprobar si su pista era tan prometedora como parecía.
En primer lugar, confirmaron que la enzima tenía efectos beneficiosos similares sobre la esperanza de vida en otro modelo de laboratorio, la levadura. A continuación, analizaron la actividad génica en criaturas, incluidos los humanos, que habían ayunado o se habían sometido a una restricción calórica, ya que se sabe que tanto el ayuno como la restricción calórica prolongan la esperanza de vida. Los científicos descubrieron un aumento de los niveles de las enzimas antienvejecimiento en todos los mamíferos analizados, incluidos los humanos.
Los científicos sospechan que los niveles de glicerol y gliceraldehído aumentan de forma natural con el tiempo porque son subproductos tóxicos de la grasa, que almacenamos en mayor cantidad a medida que envejecemos. Así pues, AMAR podría ser una forma de evitar la toxicidad derivada de la grasa, prolongar el número de años que vivimos con buena salud y, tal vez, ayudar a perder peso.
"Dado que las enfermedades relacionadas con la edad constituyen actualmente la mayor carga sanitaria para los pacientes, sus familias y el sistema sanitario, atacar el propio proceso de envejecimiento sería la forma más eficaz de reducir esta carga y aumentar el número de años de vida sana e independiente para todos nosotros", asegura O'Rourke.