Europa Press
30 jun 2020. 18.36H
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MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El virus del SARS-CoV-2 tiene inicialmente una capacidad limitada para invadir, atacando sólo un objetivo genético intracelular, los receptores de hidrocarburos arilos (AhR). Sin embargo, provoca síntomas clínicos muy diversos, lo que sugiere la existencia de múltiples mecanismos patógenos. En un artículo publicado en 'Restorative Neurology and Neuroscience', investigadores describen cómo la activación excesiva de los AhR a través de la vía de señalización IDO1-kynurenine-AhR, utilizada por muchos patógenos para establecer la infección, da lugar al "síndrome de activación sistémica de los AhR" (SAAS), también conocido como tormenta de citoquinas.

Los autores también plantean la hipótesis de que las terapias dirigidas a la regulación a la baja de los AhR y los genes IDO1 deberían disminuir la gravedad de la infección.

El SAAS es la causa de la inflamación, la tromboembolia y la fibrosis que puede conducir a una enfermedad grave y a la muerte por COVID-19. Cuando la infección por el virus persiste, activa el IDO1 mediante la liberación masiva de citoquinas. Esto a su vez perpetúa la ya extensa activación viral de los AhR, y los mecanismos de control autolimitados de la respuesta inmunológica del huésped pueden descarrilar, desencadenando la tormenta de citoquinas que subyace a los síntomas más graves de COVID-19.

"El virus del SARS-CoV-2 es un ejemplo vivo de la simplicidad viral complicada por la extrema complejidad del objetivo. La activación directa de los AhR por los CoV puede dar lugar a diversos conjuntos de cuadros de enfermedades fenotípicas, según el tiempo transcurrido después de la infección, el estado general de salud, el equilibrio hormonal, la edad, el sexo, las comorbilidades, pero también la dieta y los factores ambientales que modulan los AhR", explica el autor principal, Waldemar A. Turski, del Departamento de Farmacología Experimental y Clínica de la Universidad Médica de Lublin (Polonia).

Los autores demuestran que los coronavirus son virus perfectos que no dejan nada al azar y muestran lo difícil que es detenerlos después de una invasión celular. Describen cuántas de las características y síntomas de COVID-19 pueden depender de la activación de los AhR, incluyendo tromboembolismo, fibrosis, lesiones en múltiples órganos y daño cerebral. También exploran cómo los factores ambientales, como el polvo urbano y los humos de diesel, pueden activar los AhR y hacer a los humanos más propensos a los patógenos, incluyendo el CoV. Sin embargo, el ejercicio físico juega un papel positivo en la función de IDO1 y reduce la regulación de los AhRs.

Los investigadores tienen la hipótesis de que cuando los AhRs permanecen activados y los síntomas clínicos son leves, la eliminación de los factores que se sabe que aumentan la activación de AhR o la implementación de factores que se sabe que suprimen la activación de AhR debería disminuir la gravedad de la infección. Cuando la enfermedad está completamente establecida y los síntomas son severos, se cree que el IDO1 está continuamente activado además de la activación por el CdV de los AhRs.

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