MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Los expertos en enfermedades infecciosas y los médicos y cirujanos de trasplante del Brigham and Women's Hospital en Boston (EE.UU) han desarrollado un tratamiento antiviral de cuatro semanas que permite frenar la transmisión de hepatitis C de donantes de órganos infectados a receptores de un trasplante de corazón o pulmón.
En este sentido, Ann Woolley, integrante del equipo de enfermedades infecciosas de este centro y autora del estudio, ha explicado en un artículo publicado en 'Journal of Medicine' que este tratamiento, iniciado en el momento de la cirugía, tuvo una tasa de éxito total en el tratamiento de este virus.
Para este estudio se ha contado con una muestra de 35 pacientes, de los cuales todos presentaban el virus de forma indetectable y cuyos órganos trasplantados continuaban en funcionamiento varios meses después de la cirugía. En este sentido, el equipo ha destacado que tras el trasplante se podían apreciar evidencias de este virus, sin embargo, con la aplicación rápida y preventiva del tratamiento los receptores eliminaron la infección en dos semanas.
Asimismo, los autores han destacado la "importancia" de la menor duración del tratamiento, ya que hasta ahora el proceso más común para eliminar la hepatitis C se extendía a un periodo de entre 8 y 12 semanas, lo que provocaba una peor calidad de vida del paciente.
"Los datos muestran que a pesar de todo la transmisión se produce, sin embargo este tratamiento conlleva una liberación rápida del virus. Estos datos demuestran cómo la terapia preventiva puede detener la transmisión con menor medicación, interacciones medicamentosas y coste", ha explicado Lindsey Baden, director de investigación clínica en el equipo de enfermedades infecciosas del centro y coautor del trabajo.
Por otra parte, el equipo también ha analizado los resultados de seguridad, demostrando que no existen efectos secundarios. Sin embargo, los investigadores han informado sobre el rechazo celular agudo en pacientes con trasplante de pulmón, pero esta tendencia no ha sido estadísticamente significativa.
En este contexto, en EE.UU las muertes por intoxicación de drogas ha provocado un aumento de los órganos disponibles para realizar el trasplante, pero la existencia de este virus en el donante ha llevado al rechazo de muchos de ellos por no ser considerados apropiados para realizar el trasplante.
"Este estudio ha supuesto una oportunidad única para explorar la utilización de órganos torácicos de donantes con hepatitis C para el trasplante, que hasta la fecha han sido infrautilizados a pesar de ser relativamente comunes en la población de donantes", ha concluido Hilary Goldberg, director médico del programa de trasplante de pulmón y jefe del programa de aseguramiento de la calidad de trasplante de órganos sólidos y mejora de procesos en Brigham and Women's Hospital.