Europa Press
22 feb 2019. 14.48H
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MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

Un equipo de investigadores dirigido por la profesora de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), Mary Beth Terry, ha confirmado, en un estudio publicado en la revista 'Lancet Oncology', la utilidad de analizar la historia familiar para conocer el riesgo de cáncer de mama.

Se trata del mayor análisis independiente realizado para validar cuatro modelos ampliamente utilizados de riesgo de cáncer de mama y, además, cuenta con los datos de seguimiento prospectivo más largos disponibles hasta la fecha.

En concreto, los expertos han utilizado la cohorte de estudio familiar prospectivo de cáncer de mama compuesta por 18.856 mujeres de Australia, Canadá y Estados Unidos. Se seleccionaron mujeres entre las edades de 20 a 70 años para el estudio, sin antecedentes de mastectomía profiláctica bilateral o cáncer de ovario, y cuyo historial familiar de cáncer de mama estaba disponible.

Los investigadores calcularon las puntuaciones de riesgo a 10 años para la cohorte final de 15.732 mujeres, comparando cuatro modelos de riesgo de cáncer de mama que varían en la forma en la que usan la información con respecto a la información multigeneracional y genética, así como la información no genética: el análisis de mama y ovario de la incidencia de la enfermedad y del modelo de algoritmo de estimación del portador (BOADICEA); BRCAPRO; la herramienta de evaluación del riesgo de cáncer de mama (BCRAT); y el modelo de Estudio Internacional de Intervención de Cáncer de Mama (IBIS).

Se realizó un segundo análisis para comparar el rendimiento de los modelos después de 10 años según el estado de mutación de los genes BRCA1 o BRCA2. Los resultados mostraron que los modelos BOADICIA e IBIS que tenían datos de antecedentes familiares multigeneracionales fueron más precisos para predecir el riesgo de cáncer de mama que los otros modelos.

Esto se mantuvo incluso para las mujeres sin antecedentes familiares de mama y sin mutaciones BRCA1 y BRCA2. Los otros dos modelos, los modelos BRCAPRO y BCRAT, no funcionaron tan bien en general como en las mujeres menores de 50 años. De hecho, el modelo BCRAT se calibró bien en mujeres mayores de 50 años que no se sabía que portaban mutaciones perjudiciales en los genes BRCA1 y BRCA2. De las 15.732 mujeres elegibles, al 4 por ciento se les diagnosticó cáncer de mama durante la mediana de seguimiento de más de 11 años.

"Nuestro estudio, que se enriqueció en base a la historia familiar, fue lo suficientemente grande como para evaluar el rendimiento del modelo en todo el espectro de riesgo absoluto, incluidas las mujeres con el mayor riesgo de cáncer en las que una predicción precisa es especialmente importante. La validación independiente es particularmente importante para entender la utilidad de estos modelos en diferentes configuraciones", han zanjado los expertos.

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