Europa Press
19 jun 2020. 18.46H
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MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

En la lucha contra el cáncer o las infecciones crónicas, el sistema inmune debe estar activo durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, a largo plazo, el sistema de defensa a menudo se agota. Científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer han encontrado ahora pruebas iniciales en ratones de que los músculos esqueléticos ayudan a mantener funcional el sistema inmune en enfermedades crónicas.

En muchos casos, la pérdida severa de peso y la disminución de la masa muscular son el resultado del cáncer o de infecciones peligrosas. Además de este proceso conocido como caquexia, los pacientes a menudo sufren de un sistema inmunológico debilitado. Una de las razones es la pérdida de función de un grupo de células T, cuya tarea es reconocer y matar las células infectadas por virus o las células cancerosas.

Los procesos que conducen a la pérdida de actividad de las células T siguen siendo en gran medida inexplicables. Sin embargo, los primeros indicios sugieren que existe una conexión con la caquexia. "Se sabe que las células T están involucradas en la pérdida de masa muscular esquelética. Pero aún no está claro si los músculos esqueléticos influyen en la función de las células T y cómo lo hacen", explica Guoliang Cui, uno de los autores del trabajo, que se ha publicado en la revista 'Science Advances'.

Para averiguarlo, los científicos infectaron a los ratones con el virus de la coriomeningitis linfocítica (LCMV). Este método es un sistema modelo ampliamente utilizado para estudiar el curso de las infecciones agudas o crónicas en los ratones. Los investigadores analizaron entonces la expresión del gen en los músculos esqueléticos de los animales y encontraron que en las infecciones crónicas, las células musculares liberan una mayor cantidad de la sustancia mensajera interleucina-15. Esta citoquina hace que los precursores de las células T se asienten en los músculos esqueléticos. Como resultado, se delimitan espacialmente y se protegen del contacto con la inflamación crónica.

"Si las células T, que combaten activamente la infección, pierden su plena funcionalidad a través de la estimulación continua, las células precursoras pueden migrar de los músculos y convertirse en células T funcionales. Esto permite al sistema inmunológico combatir el virus continuamente durante un largo período", comenta Jingxia Wu, autora principal del estudio.

"En nuestro estudio, los ratones con más masa muscular fueron más capaces de hacer frente a la infección viral crónica que aquellos cuyos músculos eran más débiles. Pero si los resultados pueden ser transferidos a los humanos, los futuros experimentos tendrán que demostrarlo", concluye Cui.

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