Europa Press
30 sep 2019. 13.30H
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MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Un grupo de investigadores italianos y británicos está analizando en las hormigas cultivadoras de hongos, de la tribu de los atinos, nuevas formas de detener o retrasar la evolución de la resistencia a antibióticos, que representa en la actualidad una gran amenaza para la medicina moderna.

Y es que, tal y como han informado los expertos en un trabajo publicado en la revista 'Trends in Ecology & Evolution', y recogido por la plataforma Sinc, estas hormigas tienen la capacidad para aliarse con bacterias que producen ingredientes antimicrobianos para proteger a sus cultivos de otros hongos parásitos.

"De alguna manera, la alianza antibacteriana de las hormigas parece haber evitado el problema de la resistencia a los antibióticos. Esto nos llevó a plantear la hipótesis de que la aplicación de potentes cócteles de variantes en constante evolución de compuestos antimicrobianos era el modelo más probable para explicar esta dinámica", ha dicho el autor principal del trabajo, Massimiliano Marvasi.

Los investigadores habían estado estudiando la adaptación de los patógenos resistentes a múltiples fármacos en el medio ambiente. Mientras exploraban esto, el primer autor de la nueva revisión, Ayush Pathak, del Imperial College London, sugirió que compararan lo que veían en otros entornos, incluidas las clínicas, con lo que sucede en los "jardines" de hongos de las hormigas atinas.

Según los investigadores, su éxito puede explicarse por el hecho de que las bacterias con las que se asocian dependen de antimicrobianos que varían de manera sutil y continua a lo largo del tiempo, tanto en la estructura como en la mezcla. Este elemento sorpresa, que ha sido posible por la presencia de grupos de genes bajo presión selectiva, permite que las bacterias asociadas a las hormigas produzcan antimicrobianos siempre cambiantes e impredecibles.

Como resultado, es "mucho más difícil" que los hongos parásitos se vuelvan resistentes, incluso en el transcurso de millones de años. La práctica de estas hormigas sugiere que combinar y administrar variantes estructurales ligeras de antibióticos conocidos que cambien en todo momento podría ayudar a abordar la resistencia a los antibióticos que se produce en la clínica.

"El desarrollo de estrategias efectivas para mezclar variantes de antibióticos sutiles podría dar una nueva vida a los antibióticos antiguos", ha concretado Marvasi. La estrategia que proponen debe ahora evaluarse en laboratorio, y en última instancia, en ensayos clínicos.

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