Europa Press
03 jun 2020. 14.19H
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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

Un equipo de expertos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha realizado un importante estudio sobre cómo los cambios en el uso de la tierra, como la deforestación y la urbanización, influyen en la propagación de las enfermedades de los mamíferos a los humanos.

La mayoría de los nuevos virus y otros patógenos que surgen en los seres humanos se transmiten de otros animales, como en el caso del virus que ha causado el COVID-19. En etse nuevo estudio de revisión, publicado en la revista 'Mammal Review', los investigadores señalaron uno de los factores clave que afectan a esta transmisión: los cambios en el uso de la tierra, como la deforestación, la urbanización y la conversión a la agricultura.

El efecto de estos cambios en el uso de la tierra sobre el comportamiento de los animales, incluidos los roedores, el ganado y otros mamíferos, y el riesgo de propagación de enfermedades a los seres humanos se ha estudiado principalmente en el contexto de la urbanización. Esta revisión pide más investigación para ayudar a predecir cómo surgen y se propagan las nuevas enfermedades en respuesta a los cambios en el uso de la tierra.

"En esta revisión, destacamos las principales lagunas en nuestra comprensión de cómo el cambio en el uso de la tierra afecta a la propagación de enfermedades de los mamíferos a los humanos, en términos de cómo los huéspedes clave, como los murciélagos, se ven afectados, y cómo los importantes cambios en el uso de la tierra, como la agricultura, afectan a los mamíferos salvajes y su interacción con el ganado. Existe una necesidad urgente de realizar más estudios que vinculen la ecología animal y las respuestas al cambio de uso de la tierra con la ecología de los patógenos y la propagación de las enfermedades", explica uno de los líderes del trabajo, Orly Razgour.

Alrededor del 75 por ciento de los patógenos humanos emergentes, como los virus, se transmiten de animales a humanos. Entre ellos figuran las enfermedades infecciosas emergentes (EID), es decir, las enfermedades de reciente reconocimiento o reaparición detectadas en una población por primera vez y que se propagan rápidamente, como el COVID-19.

Si bien es importante identificar la fuente del brote y los factores que permiten que estas EID se propaguen, los investigadores afirman que todavía se están desarrollando muchos métodos para recopilar estos datos. Es crucial que, mientras que zonas como América del Sur y Asia se han estudiado más extensamente, junto con los efectos de la urbanización, grandes extensiones del mundo, incluida África, están menos estudiadas.

Los investigadores han pedido que se realicen estudios más amplios en todo el mundo, no solo para mejorar nuestra comprensión de la forma en que se propagan estas enfermedades, sino también para ayudar a los encargados de formular políticas a identificar los factores que alteran el riesgo de aparición.

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