Europa Press
23 sep 2024. 17.49H
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También podría evitar unos 7 millones de episodios agudos y hospitalizaciones, descongestionando los sistemas sanitarios

MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

Un nuevo informe publicado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) ha señalado que invertir 0,22 euros (0,24 dólares) más por paciente y año en intervenciones de salud digital, como la telemedicina, la mensajería móvil y los chatbots, puede ayudar a salvar más de dos millones de vidas de enfermedades no transmisibles en la próxima década.

Esta inversión también podría evitar unos siete millones de episodios agudos y hospitalizaciones, lo que reduciría considerablemente la presión sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo.

La publicación titulada 'Going digital for noncommunicable diseases: the case for action' se ha presentado en un acto organizado por el Gobierno de Gambia durante la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en colaboración con la UIT y la OMS.

"El futuro de la salud es digital. Pero para hacer realidad esta visión, necesitamos tanto recursos como colaboración. Ninguna organización puede hacerlo sola. Hacemos un llamamiento a los gobiernos, los asociados y los donantes para que se unan, inviertan estratégicamente y garanticen que estas innovaciones que salvan vidas lleguen a quienes más las necesitan", ha declarado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom.

Así, la secretaria general de la UIT, Doreen Bogdan-Martin, ha señalado que "la revolución digital puede desencadenar una revolución sanitaria". "Pedimos una mayor colaboración entre los sectores de la salud y la tecnología, incluido el desarrollo de una sólida infraestructura pública digital, esencial para la prestación de servicios de salud digitales que puedan beneficiar a las personas en todas partes sin dejar a nadie atrás", ha afirmado.

Las enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas, son responsables de más del 74 por ciento de las muertes anuales en el mundo, muchas de las cuales se pueden prevenir.

Aunque se han logrado avances significativos en la lucha contra las ENT, la integración de las tecnologías sanitarias digitales en los sistemas sanitarios generales sigue siendo un reto. El informe muestra que existe una necesidad urgente de aprovechar estas tecnologías para ampliar las intervenciones eficaces y mitigar la creciente carga que soportan los sistemas sanitarios en todo el mundo.

Además, cuatro importantes factores de riesgo ligados al entorno cotidiano -el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, el consumo nocivo de alcohol y la inactividad física- provocan respuestas en el organismo que también aumentan el riesgo de ENT: aumento de la presión arterial, obesidad, aumento de la glucosa en sangre y aumento del colesterol. Las herramientas digitales, como la mensajería móvil y los chatbots, pueden ayudar a las personas a comprender sus factores de riesgo modificables y animarlas a desarrollar hábitos más saludables.

Las personas que viven con ENT requieren un seguimiento regular y una gestión continua, y muchas necesitan atención especializada y a largo plazo. Herramientas digitales como la telemedicina pueden ayudarles a superar las barreras de acceso a la atención sanitaria. Los datos y herramientas en tiempo real para los profesionales sanitarios también pueden ayudarles a tomar decisiones informadas sobre sus pacientes.

Aunque más del 60 por ciento de los países han desarrollado una estrategia de salud digital, a menudo hay una falta de integración de las nuevas tecnologías en la infraestructura sanitaria existente. El informe hace un llamamiento a los países para que inviertan en infraestructuras públicas digitales y promuevan normas e interoperabilidad que puedan superar los obstáculos críticos para aprovechar todo el potencial de la salud digital.

El informe es un plan de acción que complementa la Iniciativa Mundial de la OMS sobre Salud Digital y la Estrategia Mundial de Salud Digital 2020-2025.

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