SEVILLA, 30 DE JUNIO (NOTA DE PRENSA)
El equipo de
hemodinámica de HLA Clínica Santa Isabel ha realizado con éxito la implantación del dispositivo “Pascal Ace” para el tratamiento de la
regurgitación mitral severa. Esta avanzada técnica mínimamente invasiva, que se realiza por primera vez en la
sanidad privada de Sevilla, permite la reparación de la válvula mitral sin necesidad de una cirugía cardiaca convencional, reduciendo drásticamente el tiempo de recuperación y mejorando el bienestar del paciente.
La insuficiencia mitral es la segunda
valvulopatía más frecuente en Europa y la más prevalente en el mundo.
José María Cubero Gómez, coordinador del
Servicio de Cardiología Intervencionista de HLA Clínica Santa Isabel, explica que “esta válvula es crucial para el funcionamiento del corazón. Cuando falla, ocasiona que la sangre retroceda hacia los pulmones y puede provocar palpitaciones, disnea, edema pulmonar o dolor torácico. Esta condición puede ser debilitante, necesitando cirugía en las causas más graves. Sin embargo, con el dispositivo Pascal Ace, podemos intervenir de manera más efectiva, menos invasiva y con menos riesgos para el paciente”.
El procedimiento consiste en insertar el dispositivo “Pascal” en la válvula dañada a través de una
punción en una vena de la ingle, evitando así la necesidad de abrir el esternón. Asimismo, los pacientes son seleccionados meticulosamente teniendo en cuenta diversos criterios médicos como, por ejemplo, presentar un riesgo alto para la cirugía convencional.
Una mejor calidad de vida y seguridad para el paciente
Este nuevo sistema permite capturar y cerrar los velos valvulares (las aletas que se abren y se cierran con cada latido del corazón)
sin causar traumatismos y mejorar la predictibilidad de los resultados después del implante. “Mantener la integridad de estos tejidos durante el procedimiento es vital para asegurar que las válvulas sigan funcionando correctamente y para evitar complicaciones postoperatorias, por lo que el dispositivo ofrece una mayor seguridad en comparación con las opciones actuales”, explica el profesional.
José María Cubero y su equipo, en colaboración con
Dabit Arzamendi y
Pedro Li, llevaron a cabo el procedimiento utilizando la
ecografía transesofágica tridimensional y rayos X para guiar la intervención con precisión. “Gracias a esta tecnología, podemos observar y analizar la válvula mitral en detalle, asegurando un implante exitoso”, Cubero.
Los beneficios de esta técnica son evidentes en el
postoperatorio. “El éxito de esta intervención reside en que los pacientes requieren menos de dos días de hospitalización y experimentan una notable mejora en su calidad de vida y
funcionalidad cardíaca en pocos días”, concluye el especialista.
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