MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Los expertos recomiendan realizar ejercicios de fisioterapia para tratar la diástasis abdominal, esto es, la tripa que se mantiene en la mujer después de dar a luz, que puede deberse a problemas clínicos en la pared abdominal y en el periné por el desplazamiento de órganos como el intestino y la vejiga, que deben recolocarse tras el parto.
Pese a ser un "tema tabú", como señala la doctora especializada en cirugía general y aparato digestivo, Beatriz Fernández, la diástasis de rectos es un problema muy frecuente que afecta al 100 por cien de las mujeres tras el embarazo tanto a medio como a largo plazo, por lo que no es una alteración estética, sino funcional. Fernández añade, también, que "la mujer debe aceptar su nuevo papel, con un cuerpo distinto y con las alteraciones hormonales que acompañan".
La doctora invita a pensar el abdomen como una "caja" cuyas paredes están formadas por los músculos y la columna vertebral. Además, explica que el abdomen "tiene la capacidad de cambiar de tamaño cuando el bebé crece, un crecimiento que es rápido y provoca muchos cambios. El útero desplaza el intestino delgado y el colon, también la vejiga, por eso se notan cambios en la digestión (gases, hinchazón, digestiones pesadas) y sensación de ganas de orinar más frecuentemente".
Tras dar a luz, todo debe recolocarse en esa 'caja' como estaba en un inicio para así volver a funcionar correctamente, por lo que, si el abdomen ahora es mayor, la caja es más grande, y los órganos se recolocan ocupando ese nuevo espacio que ahora tienen.
La zona de cavidad abdominal es la que más fácilmente quedará debilitada es la línea donde se unen los rectos y la pelvis. Como explica la doctora, "justo en la línea alba, donde se unen los rectos, sólo hay una capa de tejido, no hay músculos delante ni detrás, por eso es más débil, y este es el motivo principal de la diástasis que afecta a casi el 70% de las mujeres tras el embarazo".
Por ello, para corregirlo, la doctora aconseja la fisioterapia con especialistas. Si la musculatura profunda trabaja de forma adecuada, estos músculos (oblicuo mayor, oblicuo menor y transverso) ejercen la fuerza y la consistencia para mantener el volumen intraabdominal adecuado.
En palabras del fisioterapeuta especializado en ureginecología y creador del tratamiento 'StopDiastasis.com', pionero en España en la recuperación del abdomen tras el parto, Rafael Vicetto, "el objetivo de la fisioterapia en el tratamiento de la diástasis es transformar un abdomen dañado en un abdomen competente recuperando su funcionalidad y trabajando toda la musculatura para aproximar los músculos rectos".
Así, explica que los ejercicios que realizan son específicos del abdomen, complementado con el uso de una faja que ayuda a la recuperación, ya que trabaja para "aproximar los rectos del abdomen y en conseguir que este vuelva a ser funcional". Añade también que "los resultados son visibles desde las pocas semanas y, si se siguen las instrucciones, la mayoría de pacientes nota una enorme mejoría pasados 21 días".
CUÁNDO RECURRIR A LA CIRUGÍA
Cuando la recuperación guiada por un fisioterapeuta especializado no es suficiente debido a la agudeza de los daños producidos por la diástasis, existiendo una gran separación de los rectos abdominales, y hernias que no remiten en su totalidad, entre otros problemas, será necesario recurrir a una intervención quirúrgica.
La cirugía debe plantearse en diástasis mayores de 3cm o de 2,5 cm, pero sintomáticas, siempre y cuando se haya completado el plan de los fisioterapeutas. Asimismo, deben haber pasado al menos 6 meses del último parto o cesárea y haber completado un tratamiento de fisioterapia adecuada sin poder mejorar la sintomatología derivada de la separación de los rectos abdominales.
Antes de realizar una intervención, es importante que el paciente llegue lo más preparado posible. Así la fisioterapia preparará la zona abdominal consiguiendo un mejor pronóstico y postoperatorio. Gracias a un trabajo guiado y pautado, se puede conseguir que la musculatura de la faja abdominal y del suelo pélvico vuelvan a ejercer de sostén de los órganos situados en la cavidad que envuelven.
Después de la intervención es necesario mantener un seguimiento multidisciplinar junto a un fisioterapeuta. La garantía de los resultados tanto a medio como a largo plazo no sólo depende de la cirugía sino de que se siga trabajando la musculatura, el tono y la postura del abdomen.
Lo indicado para que la evolución postoperatoria sea rápida, cómoda y funcional es que haya una valoración conjunta del cirujano y el fisioterapeuta. Tanto el drenaje linfático como el masaje terapéutico o el uso de radiofrecuencia (Indiba) son la clave para optimizar la recuperación.