MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Expertos participantes en el documento 'Cómo mejorar el manejo de la prevención secundaria en el paciente con CIC en España. Necesidad, experiencias y propuestas' han reclamado reforzar la atención secundaria para reducir la aparición de nuevos episodios cardiovasculares.
El texto, presentado este martes por la Fundación Alternativas, en colaboración con Novartis, cuenta con una guía para mejorar la estrategia de prevención secundaria de las CIC en España, a partir de la evaluación y de las mejores experiencias llevadas a cabo en distintas comunidades autónomas a lo largo de los últimos años.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son, aún hoy, la "principal causa de muerte en España y en el mundo". Entre todas las ECV, la cardiología isquémica (CI) es la más prevalente.
El seguimiento de la cardiología isquémica crónica (CIC) es actualmente "muy elevado", en parte gracias a la efectividad del sistema sanitario en el control de estas enfermedades.
El crecimiento del envejecimiento de la población en España y la correlación que existe entre el mismo y las ECV apremian a dar la "importancia y atención que se merece al tratamiento y prevención de este tipo de patologías".
El objetivo es lograr la "mayor efectividad" posible desde un doble punto de vista: el del bienestar del paciente y el de la funcionalidad y sostenibilidad de los sistemas autonómicos de Sanidad Pública.
Según los expertos que participan en el trabajo, la vía más eficaz para combatir esta enfermedad es la de la "prevención primaria y secundaria" de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), que es la que explica la "drástica reducción de la mortalidad" por ECV en países económicamente privilegiados.
Particularmente, consideran que la prevención secundaria de las ECV pasa por una coordinación "más estrecha" entre la Atención Primaria (AP) y las especialidades médicas hospitalarias.
Héctor Bueno, médico especialista en Cardiología y autor principal del documento, ha recordado que la prevención es sin duda la intervención "más efectiva" desde el punto de vista de "reducir" los problemas de salud.
La cardiología es una de las especialidades que ha tenido más "desarrollo" y más "éxito" en su avance en frenar las enfermedades cardiovasculares, pero las patologías cardiacas siguen siendo la "principal causa de muerte".
Sin embargo, ha aclarado que "todo esto se queda corto si no trabajamos en paralelo todas las áreas de prevención". "La prevención primaria, que es la que evita que tengamos pacientes, sería la ideal, mientras que la secundaria tiene por objetivo evitar que los pacientes de alto riesgo vuelvan a tener una enfermedad coronaria o mueran", ha apuntado.
Inmaculada Roldán Rabadán, médico especialista en Cardiología a cargo del área de Trombosis Cardiovascular en el Hospital Universitario de La Paz, ha alertado sobre la situación en España de la prevención secundaria, al calificarla de "terrible y auténtico caos, ya que es heterogénea".
"Voluntariosa porque depende de los médicos de familia y de sus aficiones profesionales; e insatisfactoria para los pacientes porque, con seguridad, la mitad de ellos dejan de tomar la estatina, y existen casos de pacientes que no pueden pagar los antiagregantes", ha añadido.
Por otro lado, Roldán ha sostenido que "es una realidad que los propios cardiólogos, cuando pasa un año de la intervención, ya derivan a los pacientes a la Atención Primaria".
Según la experta, el problema sería "fácilmente abordable" siempre y cuando la Administración esté dispuesta a que el Sistema Nacional de Salud (SNS) se base en la "prevención".
El problema es "global" y el sistema debería "pivotar" en las próximas décadas en la "prevención primaria", y nadie debería desentenderse de la CIC, "ni los gobiernos ni los especialistas", según la experta.
José Manuel Freire, médico especialista en Neumología y profesor de la Escuela Nacional de Sanidad, ha recordado que "unos 4,5 millones de ciudadanos tienen algún tipo de enfermedad cardiovascular". "La atención al episodio agudo es España es buena, mientras que la atención crónica es, sin duda, mejorable. No obstante, España tiene una muy buena esperanza de vida por encima de los 65 años, aunque respecto a otros países nuestra esperanza de vida en buena salud no es la mejor, y las personas con CIC son, en su mayoría, mayores. El objetivo es mantener a los pacientes crónicos en buena salud", ha remachado.