MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), el CAP Vallcarca-Sant Gervasi de Barcelona, el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el Instituto Oncológico IOB, la Clínica Universitaria de Navarra (Madrid) y el CIBER de Cáncer (CIBERONC), ha logrado identificar un grupo de biomarcadores que en mujeres sanas ayudaría a detectar un riesgo más elevado de sufrir cáncer de mama.
En España, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama invasivo a lo largo de su vida. Para mejorar la supervivencia de estas pacientes, los investigadores del estudio, publicado en la revista 'Frontiers in Oncology', han hallado un conjunto de 5 biomarcadores en sangre, conocidos como microRNAs, que permiten conocer el riesgo personalizado de desarrollar cáncer de mama.
Los microRNAs son un tipo de pequeñas moléculas que se encargan de inactivar algunos genes e impedir que se expresen algunas proteínas en las células. En estudios previos ya se ha demostrado su relación con el desarrollo de determinados tipos de cáncer, pero hasta ahora no existía un modelo de predicción de riesgo preciso de cáncer de mama. Por ello, el objetivo del nuevo trabajo ha sido detectar el cáncer a nivel molecular en sangre antes de que aparezcan sus síntomas o antes de que se pueda detectar mediante las pruebas convencionales.
"Encontrar estas alteraciones moleculares en la sangre de una paciente significa que hay algún cambio en alguna célula, pero no siempre tiene implicaciones clínicas. Es posible que nunca se desarrollen signos ni síntomas de la enfermedad, que es lo que tiene un impacto en la vida. Este hallazgo, por lo tanto, permite detectar un riesgo elevado de padecer cáncer de mama en el futuro, pero no supone un diagnóstico de la enfermedad", ha dicho la jefa del grupo de Investigación Biomédica con Células Madre de Cáncer del VHIR e investigadora del CIBERONC, Matilde Lleonart.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores obtuvieron tejido tumoral y normal, así como suero de 96 pacientes con cáncer de mama y se comparó con el suero de 92 pacientes sanas. En todas ellas se analizaron hasta 30 microRNAs que en estudios previos se había observado que eran capaces de diferenciar tejido normal y tejido tumoral.
"De entre todos los microRNAs que estudiamos, identificamos cinco que, según sus niveles de expresión, nos permitían saber si una muestra de suero determinada pertenecía a una paciente control o a una con cáncer. Conforman así una firma molecular capaz de predecir el cáncer de mama", ha coemntado Lleonart.
Concretamente, la firma molecular estaba basada en los microRNAs siguientes: miR-125b, miR-29c, miR-16, miR-1260 y miR-451. Así, en función de si los niveles de cada uno de estos microRNAs son más o menos elevados, hay más o menos riesgo de que la paciente desarrolle cáncer de mama. "Esta firma molecular podría predecir, por lo tanto, a qué pacientes se les debería realizar un seguimiento más exhaustivo que se podría llevar a cabo mediante ecografías, que son menos agresivas e implican menos riesgo a nivel de radiación que otras técnicas como las mamografías", ha detallado la experta.
Esta herramienta fue posteriormente validada por los mismos investigadores con muestras de otro grupo de 20 pacientes de cáncer de mama y 60 mujeres voluntarias sanas y comprobaron que esta firma molecular tiene una exactitud del 86 por ciento, una sensibilidad del cien por cien y una especificidad del 81 por ciento.
"Lo más importante es que es una metodología que no tiene falsos negativos, es decir, todas las mujeres con cáncer obtienen el patrón de microRNAs que esperamos para pacientes con cáncer", ha dicho Lleonart. De hecho, entre las voluntarias sanas, 11 obtuvieron este patrón (un 18,3%) que correspondería a un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.
CD44, UNA PROTEÍNA RELACIONADA CON EL CÁNCER DE MAMA
Entre los microRNAs de la firma molecular descrita por el estudio del VHIR se encuentra miR-16. Como sucede con todos los microRNAs, miR-16 se encarga de silenciar varios genes y, por lo tanto, impedir que se formen las proteínas correspondientes.
Ahora bien, en este caso, miR-16 controla la proteína CD44. Así, cuando los niveles de miR-16 son elevados, CD44 está muy poco expresada y, de la misma forma, si los niveles de miR-16 son bajos, los de CD44 se encuentran muy elevados.
Estudios previos habían descrito niveles elevados de CD44 en suero en un tipo de cáncer de mama muy agresivo, el triple negativo. Estos resultados dan fuerza a la idea de que CD44 podría ser un marcador de otros subtipos moleculares de cáncer de mama.
"Es interesante que hemos encontrado este marcador también en los tumores luminales A y B los cuales, aunque son menos agresivos, pueden producir recidivas a largo plazo y reaparecer en forma de metástasis agresivas al cabo de los años", ha zanjado la doctora.