MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Las últimas recomendaciones del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer muestran que unas "simples" modificaciones en el estilo de vida, como el control del peso, la actividad física, la nutrición y reducir el consumo de alcohol, entre otros, podrían prevenir un "gran porcentaje" de casos de cáncer de mama.
Los informes de estos expertos, que se presentarán durante la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, por sus siglas en inglés) en Chicago (Estados Unidos), estiman que uno de cada tres casos de tumor en la mama podría prevenirse mediante cambios en el estilo de vida.
El cáncer de mama sigue siendo el cáncer más común entre las mujeres en todo el mundo. Numerosos estudios enfocados en la prevención del cáncer de mama ya han sido completados, muchos de los cuales apuntan a la misma conclusión: las modificaciones en el estilo de vida ofrecen la mejor y más fácil forma de prevención.
En 2018, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer actualizaron sus recomendaciones para la prevención del cáncer de mama categorizadas según el estado de la menopausia. Las recomendaciones incluyeron algunos de los elementos modificables más comunes del riesgo de cáncer de mama con respecto al ejercicio, la dieta, el alcohol y la lactancia materna.
Las recomendaciones se basaron en una serie de hechos probados, entre ellos: las mujeres posmenopáusicas tienen un riesgo de 1,5 a 2 veces mayor de cáncer de mama si es obesa; la grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer como resultado de la hiperinsulinemia, el aumento de estradiol y la inflamación; el alcohol es un carcinógeno atribuible al 6,4 por ciento de los casos; y cualquier cantidad de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama y cuanto más bebe una mujer, mayor es su riesgo.
"Dada la magnitud de la incidencia del cáncer de mama y la evidencia acumulada que apoya la prevención como la estrategia más rentable y a largo plazo para reducir el riesgo de cáncer de mama, la educación sobre el estilo de vida centrada en las recomendaciones del Instituto Americano de Investigación del Cáncer para la prevención del cáncer debería ser un componente central de las visitas de rutina de los pacientes", asegura la doctora Juliana Kling, de la Clínica Mayo de Arizona (Estados Unidos) y una de las responsables de la investigación.