Europa Press
03 may 2024. 15.09H
SE LEE EN 3 minutos

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

El urólogo y andrólogo François Peinado ha señalado que la frecuencia de visitas al urólogo varía según la edad y los factores de riesgo individuales, a la vez que ha recomendado a los hombres comenzar chequeos regulares a partir de los 50 años o incluso antes si tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata u otros factores de riesgo.

Sin embargo, el especialista en salud sexual masculina, jefe de Servicio del Centro médico-quirúrgico Olympia y del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, ha indicado que síntomas como dolor al orinar, cambios en el flujo urinario o presencia de sangre en la orina requieren atención inmediata, sin importar la edad.

"Un hombre debe considerar acudir de inmediato al urólogo si detecta síntomas como hematuria, dolor al orinar, cambios en el flujo de la orina, dolor pélvico o lumbar persistente, problemas de erección o eyaculación, masas o hinchazón en el escroto, fiebre acompañada de síntomas urinarios, o incontinencia urinaria", ha indicado el experto.

Entre estos síntomas se encuentra la hematuria: la presencia de sangre en la orina, que puede ser indicativa de infecciones, cálculos renales o, más seriamente, de cáncer.

El experto también recomienda acudir a una consulta en caso de sufrir dolor al orinar, ya que puede ser un signo de infección del tracto urinario o de condiciones más complejas como cálculos renales o enfermedades de transmisión sexual.

Los cambios en el flujo de la orina también son motivos para acudir a un profesional. En concreto, cuando se tenga dificultad para comenzar a orinar, un chorro débil o interrumpido o la sensación de que la vejiga no se vacía completamente.

Otro de los síntomas es el relacionado con el dolor en la zona pélvica o lumbar, pues el dolor continuo en estas áreas puede ser un signo de problemas en los riñones o en otros órganos del sistema urológico.

También se debe visitar una consulta cuando se manifiesten dificultades con la erección o eyaculación, es decir, problemas persistentes o dolorosos relacionados con la función sexual.

La masa o hinchazón en el escroto también puede ser un signo de condiciones como hidrocele, varicocele o un tumor testicular. Además, la fiebre o escalofríos, si se acompañan de síntomas urinarios, pueden indicar una infección renal u otra infección seria.

Por último, el experto apunta a que la incontinencia urinaria puede ser motivo de visitar una consulta, ya que la pérdida involuntaria de orina puede ser un signo de varias condiciones urológicas.

"Es importante recordar que estos síntomas no siempre indican una condición grave, pero definitivamente justifican una evaluación profesional para determinar la causa y el tratamiento adecuado", ha recalcado el doctor.

CONSULTAS MÁS FRECUENTES

En cuanto a las consultas más frecuentes, los problemas de próstata, la disfunción eréctil, las infecciones del tracto urinario, los cálculos renales, la incontinencia urinaria, la hematuria y la infertilidad masculina son motivos comunes de visita al urólogo.

El doctor Peinado asegura que, en la práctica urológica, "las consultas más comunes tienden a variar según la demografía y otros factores". En este sentido, el primero de los motivos por el que se acude a una consulta está relacionado con problemas de próstata, algo que puede incluir el crecimiento benigno de la próstata, conocido como hiperplasia benigna de próstata (HBP), o preocupaciones relacionadas con el cáncer de próstata.

Además, los pacientes suelen acudir a la consulta debido a problemas relacionados con la disfunción eréctil, pues muchos hombres buscan ayuda para problemas de erección, que pueden estar relacionados con factores físicos o psicológicos.

Asimismo, las consultas más frecuentes se deben a las infecciones del tracto urinario (ITU); los cálculos renales; la incontinencia urinaria; casos de hematuria, y la infertilidad masculina.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.