Europa Press
04 sep 2020. 12.17H
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MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El investigador de la Unidad HUNET-CRIS de Tumores Hematológicos en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, Antonio Valeri, ha asegurado que está viviendo una "segunda revolución" en el tratamiento del mieloma múltiple y que, además, el horizonte es "esperanzador".

No obstante, el doctor ha avisado de que "aún hay mucho trabajo por realizar" para el refinamiento de los tratamientos en la preclínica, y ha asegurado que "será crítico" conocer cuáles de las numerosas nuevas combinaciones de tratamientos se podrán utilizar y cuándo deben ser administradas. "Ese conocimiento solo emana de las comparaciones obtenidas en ensayos clínicos. El apoyo de CRIS va a seguir siendo fundamental en ambos aspectos", ha subrayado Valeri.

De hecho, el laboratorio de la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos, dirigido por el jefe de Servicio de Hematoncología en el H12O, Joaquín Martínez, tiene ocho sub-proyectos abiertos en terapia celular y ha generado 8 moléculas CAR hasta la fecha con tres especificidades distintas disponibles focalizándose el grupo investigador en la terapia NK-CAR, unas células del organismo que en circunstancias normales detectan y eliminan células anormales y tumorales.

"Los primeros ensayos con células NK modificadas genéticamente con CD19-CAR están corroborando la práctica inexistencia de toxicidad pero están revelando al menos la misma eficacia, lo que le va a permitir competir con la terapia T-CAR como aproximación terapéutica. En nuestra opinión es una de las inmunoterapias más prometedoras, pero, como todos los tratamientos, no está exenta de desventajas", ha comentado el doctor.

Además, recientemente se ha iniciado un ensayo con células NK-92 BCMA CAR del que aún no se han publicado resultados, hasta la fecha es el único ensayo con NK-CAR registrado. "Gracias al desarrollo preclínico, nuestro grupo, con la ayuda de la fundación CRIS, está muy cerca de iniciar un ensayo clínico fase I con efectores NKG2D CAR en mieloma múltiple, leucemia mieloide aguda y en tumores sólidos metastásicos", ha subrayado.

LA IMPORTANCIA DE LA ENFERMEDAD MÍNIMA RESIDUAL

La enfermedad mínima residual (EMR) es el término empleado para describir la pequeña cantidad de células cancerosas que permanecen en el cuerpo después de que el tumor responda al tratamiento. La detección de EMR sirve a los hematólogos para evaluar la eficacia del tratamiento y es un indicador de qué pacientes corren el riesgo de sufrir una recaída.

También puede confirmar que un cáncer está realmente en remisión e identificar la reaparición precoz de la enfermedad hematológica maligna, que va a permitir el cambio de línea de tratamiento. "Muchos de los esfuerzos que está realizando nuestro laboratorio y que se han publicado recientemente están enfocados a demostrar el verdadero impacto pronóstico de la EMR en mieloma múltiple, es decir, si su negativización es el mejor predictor independiente de la supervivencia del paciente frente a otros precedentes hasta la fecha", ha argumentado Valeri.

La presencia de EMR y la sensibilidad técnica para detectarla, si es que existe, importa "y mucho" en mieloma múltiple porque ya se ha demostrado que los pacientes que no presentan indicios de EMR después del tratamiento progresan mucho más tarde de la enfermedad, por lo que los expertos creen que es el factor de riesgo independiente que va a ser la base para establecer el criterio de 'paciente curado', sobre todo en la era de los nuevos tratamientos con inmunoterapias.

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